Ciudad de México. La defensa del ex procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, está a la espera de conocer los resultados de estudios clínicos especializados para conocer si el encarcelamiento ha acrecentado sus padecimientos cerebrovasculares, hipertensión y de oclusión pulmonar, informó el abogado Xavier López García, al visitar a su cliente en el Reclusorio Norte.
El litigante dijo que Murillo Karam ha recibido atención médica por parte de las autoridades penitenciarias, pero que ha tenido que ser trasladado de manera momentánea a hospitales privados para la realización de exámenes especializados que no pueden practicarse en el Reclusorio Norte, donde el ex funcionario permanece desde el pasado 20 de agosto.
El 24 de agosto, durante una audiencia inicial que se extendió durante 12 horas, la Fiscalía General de la República (FGR) presentó elementos de prueba suficientes para juzgarlo como presunto responsable de los delitos de desaparición forzada, obstrucción de la procuración de justicia y tortura, todos ellos relacionados con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en septiembre de 2014.
El juez Marco Antonio Fuerte Tapia le decretó la medida cautelar de prisión preventiva justificada, al considerar que podría evadirse de la justicia.
Tras dictarse la vinculación a proceso y fijarse un plazo de tres meses para la investigación complementaria, el ex procurador tomó la palabra una ocasión y señaló que en los pasados siete años se han inventado muchas líneas de investigación sobre el caso de los normalistas y que la última fue la localización de restos óseos en la Barranca de la Carnicería, en las inmediaciones del basurero de Cocula.
Murillo Karam aseguró que hasta el momento no hay ninguna de estas indagatorias que haya echado para atrás la llamada “verdad histórica. Puedo aceptar algunos errores, fallas, problemas y aceptar cosas que se hicieron mal”, expresó.
En ese contexto, el abogado López García, informó que aún no vence el plazo para la presentación de un recurso en contra de la vinculación a proceso y que su cliente confía en que se revoque su condición penitenciaria.