Mérida, Yuc. Astrid Sánchez quien fue agredida por su expareja sentimental, acudió al Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Yucatán para interponer una queja contra la jueza Elsy del Carmen Villanueva Segura, quien reclasificó su denuncia por tentativa de feminicidio como “lesiones”, lo cual le quita la perspectiva de género.

Esta denuncia va más allá, según Adelaida Salas —representante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en Yucatán—, quien acompaña a la víctima en el proceso, como a otros casi 20 casos en la entidad, pues además de minimizar ese tipo de ataques, se revictimiza a las personas que los sufren y se normaliza la violencia de género.

“La jueza desestimó la acusación de tentativa de feminicidio bajo el argumento de que yo malentendí las intenciones de mi agresor, quien me ahorcó en dos ocasiones por no querer seguir una relación sentimental con él […] Menciona que yo estaba tan alterada al momento de los hechos que mi percepción fue errónea porque, según la juzgadora, no hay indicios que E.M.A.L. (como ha sido identificada su expareja) tenía intenciones de matarme”.

El pasado 14 de abril E.M.A.L. intentó ahorcarla en dos ocasiones consecutivas, tras la negativa de volver al noviazgo que habían finalizado.

Aunque existen pruebas de esto por medio del reporte realizado por la médica legista de la Fiscalía General del Estado (FGE), quien constató los moretones en cuello y otras zonas del cuerpo, el pasado 9 de septiembre, la jueza de control Elsy del Carmen Villanueva Segura, en audiencia, negó la vinculación del acusado por el delito de feminicidio en grado de tentativa.

Por eso, este 12 de septiembre, la víctima presentó un recurso de queja dirigido al magistrado Mario Castro Alcocer, presidente del Tribunal Superior de Justicia, por la falta de perspectiva de género durante su proceso.

Astrid Sánchez lamentó que la juzgadora también desacreditó las declaraciones de sus testigos, alegando que no estuvieron en el momento de lo ocurrido, y tomó como prueba únicamente el dictamen de la médica legista que hizo la revisión el 16 de abril cuando presentó su denuncia.

El intento de feminicidio, recordó, sucedió cuando su agresor acudió a su casa y ella le repitió que no quería continuar con la relación sentimental. “Mi agresor sabía que yo estaba sola en casa y yo lo dejé pasar porque nunca pensé que fuera capaz de agredirme”.

Expuso que tomando en cuenta el dictamen del Centro de Justicia para Mujeres de la FGE, la jueza dijo que “sí, es probable” que E.M.A.L. “me haya ahorcado, pero que no cree que fuera con las dos manos porque sólo tuve enrojecimiento de un lado”.

Y agregó que “vamos a apelar la decisión de la jueza para que se reconsidere el delito; estoy insistiendo en que sea tentativa de feminicidio, porque lo que no se nombra no existe”.

Minimizar el delito, apuntó, es normalizar esta problemática, especialmente al considerar que no es el único caso que ha sido reclasificado de esta forma y, además, la única medida cautelar que tiene en la actualidad es que el agresor no se le pueda acercar hasta finalizar el proceso.

Pidió que revisen la impartición de justicia en la entidad para que cumplan con la responsabilidad de actuar con perspectiva de género, ya que este proceso “fue muy revictimizante”.

Por su parte, la activista Adelaida Salas puntualizó que desde el observatorio están acompañando 17 casos en esta situación por la reclasificación del delito por tentativa de feminicidio a lesiones, violencia familiar u otros delitos. “Estamos normalizando”, denunció.

Aunado a eso, la defensora de derechos afirmó que ésta no es la primera vez que la jueza deja en libertad a un agresor, y refirió que Christian C. D., agredió a Andrea C. M. en noviembre de 2018, y también obtuvo la libertad —condicional— en manos de esta misma togada Villanueva Segura.

Fue en mayo de 2020 cuando el joven, luego de haber sido procesado por agresiones en contra de su entonces pareja, quien huyó de su domicilio y fue auxiliada por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), salió libre, porque fue juzgado solo por lesiones calificadas y violencia familiar y no por tentativa de feminicidio, en una audiencia realizada en el Centro de Justicia Oral de Mérida (CJOM), con la jueza Villanueva Segura a cargo, finalizando el proceso penal por medio de la suspensión condicional del proceso que el acusado solicitó.