Ciudad de México. Dado que se desaceleraron menos de lo esperado los precios en el mes de agosto en Estados Unidos, el dólar se fortaleció en la apertura de los mercados financieros este martes.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, los precios al consumidor subieron 0.1 por ciento en agosto llevándola a 8.3 por ciento anual.
La inflación en Estados Unidos se ubicó por encima de lo esperado durante el octavo mes del año. La anual disminuyó por segundo mes consecutivo a 8.3 por ciento, desde 8.5 por ciento de julio.
Y aunque la lectura fue la más baja en cuatro meses, se encontró por encima de las previsiones del mercado de 8.1 por ciento.
Así, el dólar se fortaleció frente a la canasta de seis monedas internacionales, que de acuerdo con el DXY, se aprecia 0.98 por ciento, a 109.155 unidades.
Debido a lo anterior, el peso mexicano saltó nuevamente a niveles de 20 unidades. En la apertura se deprecia frente al dólar 1.25 por ciento, a 20.0678 unidades por dólar.
Y es que los inversionistas se están dando cuenta que el descenso de la inflación no va a ser tan rápido y sencillo.
Nueve de 10 analistas ven una probabilidad de que el Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos suba otro 0.75 por ciento la tasa de referencia la próxima semana, la tercera dosis de ese tamaño. El bono de Estados Unidos a 10 años ya está en 3.41 por ciento.
Los mercados accionarios estadunidenses tienen una apertura negativa, el Nasdaq es el más afectado. En Europa mantienen relativamente el ánimo.
En tanto, los futuros del petróleo WTI retroceden, luego de una racha ganadora de cuatro sesiones, 0.85 por ciento a 87.03 dólares por barril.
El paulatino descenso del índice de energía en Estados Unidos aumentó 23.8 por ciento, por debajo de 32.9 por ciento en julio, principalmente por una fuerte desaceleración en los precios de la gasolina (25.6 por ciento contra 44 por ciento); mientras que los del gas natural (33 por ciento frente a 30.5 por ciento) y la electricidad (15.8 por ciento, el mayor aumento desde agosto de 1981) se aceleraron.
Los conflictos geopolíticos también imprimen nerviosismo en los mercados.