Washington. Los precios al consumidor en Estados Unidos subieron inesperadamente en agosto, ya que el descenso de los precios de la gasolina se vio compensado por el aumento de los costos de los alquileres y los alimentos, lo que da pie a la Reserva Federal a realizar otra fuerte subida de las tasas de interés el próximo miércoles.
El índice de precios al consumidor subió 0.1 por ciento el mes pasado, después de permanecer sin cambios en julio, informó este martes el Departamento del Trabajo. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el IPC bajaría 0.1 por ciento.
En los 12 meses hasta agosto, el IPC aumentó 8.3 por ciento. Se trata de una desaceleración respecto a la subida de 8.5 de julio. El IPC anual alcanzó un máximo de 9.1 en junio, lo que supuso la mayor subida desde noviembre de 1981.
La inflación general se está desacelerando a medida que los precios de los bienes retroceden después de haber subido a principios de este año, en medio de una relajación de los cuellos de botella en las cadenas de suministro mundiales y un cambio en el gasto hacia los servicios.
Los precios de la gasolina en Estados Unidos han descendido desde un máximo histórico de más de 5 dólares por galón en junio, según datos de la AAA. El martes, la media era de 3.707 dólares por galón.
Los funcionarios de la Fed se preperan para su reunión de política monetaria el próximo martes y miércoles, con la inflación que se mantiene muy por encima del objetivo de 2 por ciento del banco central de Estados Unidos. El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró la semana pasada que el banco central estaba "fuertemente comprometido" con la lucha contra la inflación.
Los mercados financieros casi han descontado una subida de tasas de 75 puntos básicos el próximo miércoles, según la herramienta FedWatch de CME. La Fed ha subido dos veces su tasa de interés en tres cuartos de punto porcentual, en junio y julio. Desde marzo, ha elevado ese tipo desde cerca de cero hasta su rango actual de 2.25 a 2.50 por ciento.
El informe sobre la inflación se conoció tras los datos de la semana pasada que mostraban la continua resistencia del mercado laboral. Las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo se encuentran en el nivel más bajo de los últimos tres meses y el crecimiento del empleo sigue siendo sólido. El último día de julio había dos ofertas de trabajo por cada desempleado.
Ello está apoyando el fuerte aumento de los salarios, contribuyendo a la subida de los precios de los servicios y manteniendo elevada la inflación subyacente.
Excluyendo los componentes volátiles de los alimentos y la energía, el IPC subió 0.6 por ciento en agosto, tras avanzar 0.3 en julio. El llamado IPC subyacente aumentó 6.3 por ciento en los 12 meses transcurridos hasta agosto, tras haber subido 5.9 en julio.
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