Madrid. El novelista y escritor español Javier Marías falleció a los 70 años víctima de una neumonía bilateral provocada por el covid-19.
Voceros de su entorno familiar y representantes de la editorial Alfaguara, donde publicaba sus escritos, señalaron que Marías murió después de permanecer más un mes hospitalizado, los últimos días en coma, y ya no pudo superar el colapso respiratorio que le provocó la enfermedad.
El también traductor y periodista deja detrás una prolija obra literaria que lo convirtió desde hace lustros en el eterno aspirante de las letras españolas al Nobel de Literatura, que finalmente nunca llegó.
A lo largo de la mañana, la editorial Alfaguara y un representante de la familia Marías informaron del fallecimiento del escritor, que, paradójicamente, en las últimas semanas había registrado una notable mejoría en su estado de salud y, según sus propios médicos, estaba en proceso de recuperación
. Pero finalmente su aparato respiratorio colapsó y de ahí vino un fallo multiorgánico que le provocó la muerte, a sus 70 años y con una vitalidad intelectual y creativa que lo llevó a publicar su última novela, Tomás Nevinson, hace sólo un año.
El mensaje de la editorial sobre su muerte informó con enorme tristeza, lamentamos comunicar que esta tarde ha fallecido en Madrid nuestro gran autor y amigo Javier Marías
. Después lo confirmó la familia, una de las grandes cunas del pensamiento crítico y literario en España, al ser hijo del filósofo Julián Marías, referente filosóficos de la segunda mitad del siglo XX, quien padeció la severidad del régimen franquista, que lo encarceló y le prohibió impartir cátedra en la universidad. Sus hermanos, Fernando y Miguel, también son escritores y críticos.
Voz crítica de la prensa
Marías nació en Madrid en 1951. Formaba parte desde hace años de la Real Academia Española (RAE), ya que su vinculación a la escritura era como creador de ficción y novela, pero también como traductor y descubridor de grandes autores desconocidos en lengua española, así como periodista, erigiéndose en una de las voces más críticas de la propia prensa, incluso contra el medio en el que publicaba sus artículos, el diario El País, al que más de una vez cuestionó por su cercanía con el poder y por estrechar la libertad de expresión.
Marías era hijo de la escritora Dolores Franco, que desde muy joven le inculcó, al igual que su padre, el culto a la lectura y al arte en general. Sus intereses intelectuales eran de lo más variados, pero sobre todo era un gran melómano. Publicó hasta 15 novelas, más de una decena de traducciones y centenares de artículos en prensa.
Su prestigio permeó en Europa y el resto del mundo, sobre todo como novelista y a raíz de la publicación de Corazón tan blanco (1992), que muchos expertos consideran su gran obra maestra. Marías se situó como una de las voces más admiradas del país y en un aspirante permanente al Nobel de Literatura: cada año aparecía en las quinielas de los supuestos finalistas, pero no se lo otorgó la Academia sueca.
Entre las obras más representativos de Marías destacan El hombre sentimental, que ganó el premio Ennio Flaiano; Todas las almas; Corazón tan blanco, que obtuvo los galardones Impac Dublin y Prix l’Oeil et la Lettre; Mañana en la batalla piensa en mí, por la que obtuvo los premios Rómulo Gallegos, Femina Etranger, Mondello y Fastenrath; Berta Isla, con la que también fue reconocido por la crítica, y Tomás Nevinson, su último libro, publicado en marzo de 2021.
En diciembre fue elegido miembro internacional de la Real Sociedad de Literatura, organización benéfica del Reino Unido para la promoción de las letras, que incluye, entre otros escritores, a David Grossman, Annie Ernaux, Amin Maalouf y Olga Tokarczuk.
Marías también es autor de Negra espalda del tiempo, en el que se cuenta la historia del llamado Reino de Redonda, del que Marías se acababa de convertir en soberano, con el nombre de Xavier I, tras la abdicación de Jon Wynne-Tyson, y que Marías asumió con tono lúdico, pero que luego lo llevó a fundar, en 2000, la editorial del Reino de Redonda, que se convirtió a su vez en uno de los espacios más prestigiosos de la literatura. De su obra ensayística destacan sobre todo sus escritos acerca de William Faulkner y Vladimir Nabokov.
Marías era un autor de la vieja escuela: escribía a máquina y corregía su textos a mano, primero, y luego en la máquina otra vez. Su muerte provocó una ola de pesar y de luto en las letras españolas. Expresaron su duelo las altas instituciones culturales, desde el Ministerio de Cultura hasta la RAE, además de otros compañeros de profesión. Su casa, en el centro de Madrid, alberga una de las bibliotecas más nutridas y exquisitas del país.
A partir de ahora esa luz que casi siempre estaba encendida, la de su despacho que miraba a la plaza de Villa, estará apagada.