El narrador, editor y promotor de la lectura Felipe Garrido recibió hoy un homenaje en la Academia Mexicana de la Lengua (AML) por su cumpleaños 80. “A lo largo de mi vida una de las pasiones que he tenido ha sido la publicación de antologías, de colecciones de textos de distintos autores, con la finalidad de ponerlas al alcance de lectores muy jóvenes”, afirmó el autor jalisciense.
Expresó gran satisfacción por llegar a tantos años. “No hay mucho mérito en eso, nada más hay que no morirse”.
Rememoró parte de su trabajo, como la colección de libros Letra y Color, que realizó junto con su amigo Rafael López Castro, con dibujos de artistas mexicanos para que los niños y jóvenes pudieran ponerles colores a las imágenes, que incluían poemas.
Opinó que tenemos un sistema educativo, aún antes de este momento, que ha estado mal enfocado, porque se ha dedicado a alfabetizar a la población, mientras que debería centrarse la formación de lectores, en que un alumno que termina la educación básica pudiera desarrollar las habilidades necesarias para comprender un texto.
El poeta Adolfo Castañón encabezó la celebración, acompañado de sus colegas Vicente Quirarte, Sara Poot Herrara y Jose María Muriá, quienes se conectaron a distancia en una ceremonia virtual, que se transmitió por YouTube y redes sociales.
“Un poema al día” es una iniciativa creada por Felipe Garrido, que consiste en hacer llegar a diario creaciones poéticas de autores hispanoamericanos a través de la página de la AML, por radio o vía digital. El también narrador, ensayista y cronista nació en Guadalajara, Jalisco, el 10 de septiembre de 1942. Además de dedicarse a la enseñanza a la enseñanza desde temprana edad, fue editor de autores como Juan Rulfo y Juan José Arreola.
Adolfo Castañón, quien coordinó el homenaje a Garrido, lo describió como “un hombre de espíritu aventurero, comprometido con la historia y la geografía literaria de este país, un pilar de la educación nacional y un destacado cuentista, ensayista, cronista y académico”.
Para Vicente Quirarte, la narrativa del autor de Conjuros (Premio Xavier Villaurrutia 2011) cumple con lo que Edgar Allan Poe buscaba en la literatura: “brevedad, intensidad y efecto”. En palabras de Sara Poot Herrera, “Felipe Garrido es un amigo de amigos, en cuya mirada se advierte la ilusión de la lectura”; un jalisciense, subraya José María Muriá, “que hace gala de su provincia, a la que siempre regresa, un autor que nunca se hace del rogar, un ser cuya estela de valor es extraordinaria, pues sabe dónde dejó enterrado su ombligo”.
Este es el poema que Felipe Garrido compartió hoy, día en que cumplió 80 años de vida:
I
En el aislamiento excesivo se vuelve la vida entera un vicio solitario.
II. Las preguntas de los niños son expresión de un inquirir filosófico que desaparece con los años: para temer que la filosofía sea una prolongación anormal de la puericia.
III. El gran misterio: cómo habiendo un Dios infinitamente sabio, bueno, justo y poderoso, no se redujo la creación al cielo, lugar de todos los bienes sin mezcla de mal alguno.
IV. Lo humano ¿serán los antropomorfismos o el superarlos?
V. Hay talentos echados a perder por la ciencia o el arte.
VI. El arte de conquistar a otro exige salir de sí.
VII. El arte de la correspondencia epistolar está en escribir, no lo que se desea decir, sino lo que el destinatario desea leer.
VIII. La persona que libremente se vincula a otra no se toma justo libertades con ella.
IX. Habiéndose engañado siempre que había pensado bien de los demás, pensó una vez mal de alguien –y también se engañó.
X. Toda una vida de esfuerzos puede no ser bastante para librarse de los efectos de una educación errada.
José Gaos (1900-1968)
10 %
FCE, México, 1957.