Conchagua. En el extremo oriental de El Salvador, donde el presidente Nayib Bukele anunció que levantaría la primera ciudad bitcóin del mundo, no hay rastros de que una próspera urbe con extensas áreas comerciales, residenciales y un aeropuerto estén en obras.
Un año después de que el país adoptara el criptoactivo como moneda de curso legal con la promesa de reactivar el empleo y la inversión, en Conchagua no hay movimientos de tierra, maquinaria pesada, ni obreros que hagan presumir que el paraíso fiscal para criptomonedas y tecnología blockchain esté próximo.
Y es que el desplome de las criptomonedas ha alejado a los inversionistas. Cuando El Salvador, uno de los países más pobres de Latinoamérica, adoptó el bitcóin como moneda de curso legal el 7 de septiembre de 2021 éste rozaba 47 mil dólares. Un año más tarde, vale menos de la mitad y el martes cotizó alrededor de 19 mil 770 dólares.
Pobladores no confían en el uso de la criptomoneda
Pobladores del lugar donde se asentaría “Bitcoin City”, entre el volcán Conchagua y el apacible Golfo de Fonseca, aún ignoran los detalles del plan y sienten que la mayoría pobre del país de 6.5 millones de habitantes no será la más favorecida.
“A nosotros los pobres no nos beneficia en nada”, se lamentó el pescador y agricultor José Flores, de 48 años, quien vive en la empobrecida Conchagua hace más de tres décadas y quien intentó tres veces ir a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, pero fue deportado antes de llegar a su destino.
“Ese beneficio va a ser para la gente que tiene dinero”, consideró. La desconfianza de Flores es compartida en el resto del país más pequeño de Latinoamérica, donde apenas 20 por ciento de los comercios aceptan la criptomoneda, según estimaciones privadas.
Al igual que el uso del bitcóin, los pormenores del proyecto “Bitcoin City” son manejados bajo reserva, mientras su futuro luce cada vez más incierto, ya que la emisión del bono con el que respaldarían su construcción se ha pospuesto tras el desplome de la criptomoneda.
El gobierno de Bukele ha defendido sus planes respecto a la implementación de la criptomoneda -incluida la adquisición de 2 mil 381 bitcoines- asegurando que es un plan a largo plazo.
Experimento riesgoso, señalan analistas
La caída del precio ha golpeado también al riesgo país de El Salvador complicando su búsqueda de fondos para pagar mil 600 millones de dólares de unos bonos soberanos que vencen en 2023 y 2025.
“Este experimento ha sido muy riesgoso, demasiado riesgoso para un país pobre”, opinó Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencias, Tecnología e Innovación de la privada Universidad Francisco Gavidia. “Queda demostrado que (bitcóin) es un activo financiero muy especulativo, muy variable”, agregó.
Retos para su implementación
El desplome de la moneda virtual, la falta de alfabetización digital de la mayoría de la población y constantes fallas en la billetera gubernamental Chivo, han contribuido a que no se haya masificado su uso, dijeron expertos entrevistados por Reuters.
Ni la Presidencia, ni el Ministerio de Hacienda compartieron con Reuters cifras sobre el uso de bitcóin en el país.
Pero según una encuesta del Buró Nacional de Investigación Económica https://www.nber.org/system/files/working_papers/w29968/w29968.pdf (NBER, por sus siglas en inglés), una ONG con sede en Cambridge, sólo 20 por ciento de los salvadoreños que descargaron la aplicación Chivo la siguieron utilizando tras gastar los 30 dólares que las autoridades regalaban para promover su uso.
El estudio dice que la gran mayoría de descargas de Chivo se produjeron en 2021, específicamente en septiembre, y que en lo que va de este año casi no hubo descargas.
En teoría, las naciones en desarrollo como El Salvador son candidatas ideales para la adopción de criptomonedas, dice el NBER, ya que más de la mitad de sus ciudadanos dependen exclusivamente del efectivo, alrededor de 70 por ciento de los hogares no tienen cuenta bancaria y casi 90 por ciento no usa banca digital.
“(Pero) bitcóin no está siendo ampliamente utilizado como medio de intercambio. Las principales razones son porque las personas no lo entienden, no confían en él, no lo aceptan las empresas, es muy volátil e implica tarifas altas”, agregó.
A pesar de que la ley exige que todas las empresas acepten la criptomoneda, sólo 20 por ciento lo hace, según la encuesta que NBER realizó en mil 800 hogares salvadoreños e hizo pública en abril.
Jesús Cáceres es un relojero de 47 años que tiene un pequeño local en el centro de San Salvador, donde ha pegado tres rótulos que dicen “aceptamos bitcóin”. Sin embargo, confesó que apenas ha hecho dos ventas con la criptodivisa.
“Las primeras veces hice dos ventas, una de tres y una de cinco dólares, fueron ocho dólares en total. De ahí nada, nadie se me ha acercado”, dijo a Reuters.
Pero el gobierno sostiene que la implementación del bitcóin atrajo inversiones, redujo a cero las comisiones bancarias, incrementó el turismo e impulsó la inclusión financiera.
FMI insta al gobierno a desistir de la implementación del bitcóin como moneda de curso legal
“La estrategia está siendo exitosa, a algunos no les gustará. Pero si el mismo FMI (Fondo Monetario Internacional) lo reconoce (...) esto quiere decir que le está dando beneficio al país”, dijo en agosto el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya.
El directorio ejecutivo del FMI, organización financiera con la que El Salvador negocia un crédito por mil 300 millones de dólares, reconoció en enero “la importancia de promover” la inclusión financiera y que los medios digitales de pago, como la billetera digital Chivo, podrían ayudar a ese objetivo.
Pero advirtió “grandes riesgos” asociados al uso de bitcóin para la estabilidad financiera, la protección del consumidor y eventuales contingencias fiscales e instó al gobierno a desistir de la implementación del bitcóin como moneda de curso legal.
El proyecto también ha sido cuestionado por la falta de rendición de cuentas y transparencia en la compra de 2 mil 381 bitcoines con fondos públicos entre septiembre de 2021 y julio de 2022.
Bukele habría desembolsado 107 millones de dólares para adquirirlos y hoy valen 60 millones de dólares, según cálculos privados basados en los anuncios del mandatario.
Una de las principales apuestas del gobierno para promover la medida era ofrecer una opción para enviar remesas a través de Chivo u otras plataformas privadas, sin comisiones. Las remesas que envían los salvadoreños a casa representan 26 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, uno de los porcentajes más altos del mundo.
Pero según cifras oficiales, entre septiembre de 2021 y junio de 2022, el país recibió 6 mil 394.5 millones de dólares en remesas, y menos de 2 por ciento fue transferido por billeteras digitales de criptomonedas.
“Nuestra apuesta por el uso de Chivo Wallet y el uso de bitcóin en El Salvador es una apuesta de futuro”, defendió Zelaya. “Es una apuesta que vamos a mantener y que sabemos totalmente que no va a dar resultados de la noche a la mañana”.