Al insistir en su rechazo a la eliminación de la obligatoriedad de la prisión preventiva oficiosa, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que si hablar del tema desde la tribuna de las mañaneras puede ser considerado presión hacia los ministros de la Corte, pues así es.
“¿Presión aquí? –dijo ante una pregunta de si sus continuas referencias al caso representarían una especie de coacción— No, no, no, nosotros no somos iguales. ¡Ah, puede ser que sí sea presión eh! Porque tocamos el tema, pero ¿cómo no vamos a tratar el asunto si es delicadísimo”.
El mandatario federal subrayó en la mañanera de este martes que si los grupos que plantean que esa medida cautelar contra presuntos delincuentes de crímenes graves sea eliminada del texto de la Constitución, deben seguir los procesos de ley y presentar la iniciativa de reforma ante la instancia correspondiente: el Legislativo, y no solicitar que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) porque invadiría facultades de otro poder.
“Imagínense ustedes, independientemente que el poder Judicial, en este caso la SCJN, invalida un artículo de la Constitución y está interfiriendo en la esfera de otro poder, independientemente de eso, imagínense que el juez va a decidir si una persona queda en libertad o se mantiene, si es el único, o sea se borra al ministerio público, y el derecho de las víctimas”.
Una vez más, y a la espera que la Corte resuelva el debate esta tarde, tras haber iniciado ayer las discusiones, el jefe del Ejecutivo federal indicó que liberar a los presuntos delincuentes también pondría en riesgo a los propios juzgadores, pues generalmente no se suele liberar a las personas inocentes que están en prisión, sino a gente con poder e influencias, sobre todo económicos.
“¿Y a quiénes se libera? A los que tienen dinero, a los que tienen influencia, pero es hasta un riesgo para los jueces, porque es plata o plomo”.
Destacó que en el debate que inició ayer en la Corte, el ministro Alberto Pérez Dayán, “que siempre ha votado contra lo que proponemos nosotros”, se manifestó en contra del proyecto que plantea suprimir la obligatoriedad de la prisión preventiva, con el argumento que el poder Judicial no puede modificar un artículo constitucional.
“No es sólo por la cuestión de la prisión preventiva, sino porque esa no es mi facultad (de la Corte), eso le corresponde al Congreso y así lo expresan otros”, manifestó el mandatario.
Interrogado sobre las personas que están tras las rejas aun siendo inocentes o porque fueron torturadas para inculparse, el presidente señaló que esto “es responsabilidad de la corrupción” en el sistema de justicia; y se comprometió a seguir buscando los mecanismos para que nadie que no haya cometido un delito permanezca en prisión.
Inclusive apuntó que su gobierno presentó una amnistía para las personas que están en esa situación y las burocracias del sistema han dificultado que ésta se cumpla. Pese a ello, debido a preliberaciones y amnistías, han sido liberadas, dijo, 2 mil 329 personas entre 2021 y 2022.
“Idealmente, primero, que se proponga la reforma en el Congreso a la Constitución (para eliminar la obligatoriedad de la prisión preventiva oficiosa), deben de tener simpatizantes, muchos, diputados en el Congreso pueden meter una iniciativa de reforma; y al mismo tiempo van definiendo un mecanismo de purificación del poder judicial, porque si impera la corrupción en los jueces no hay justicia. Pero eso no está presente, y además acabamos de tener ejemplos, tenemos muchísimos, de delincuentes que son aprehendidos y que los sueltan”.
- ¿Y los inocentes que son aprehendidos? -se le preguntó.
- Sí, pero si hay un gobierno que está comprometido con la justicia, ese inocente aprehendido sale. Y no sale si hay consigna, si desde el Ejecutivo, como era antes, se decidía quién salía y quién no, y si se fabricaban delitos, entonces tenemos que ir hacia una verdadera legalidad y a la justicia -respondió López Obrador.
Reconoció que muchas personas siguen presas pese a no tener culpabilidad en los delitos que se les achacan, por lo que se debe también buscar una reforma a la Constitución “y fijar un límite, hay muchas cosas que pueden hacer, pero no eso (eliminar la prisión preventiva), porque eso imagínense en el artículo 19 (de la carta magna) ya es delito grave, que no lo era, la corrupción.
“Le llega un caso de corrupción a un juez (y río) cualquiera, cualquiera, ahí está intacta la estructura de dominación en el poder judicial en el antiguo régimen. Hay honrosas excepciones, no quier generalizar, pero todo eso lo sabemos”.
Así, regresó al punto de partida: “¿Presión? (Eso) ya es distinto, yo no hablo con los jueces, yo habló aquí (en la tribuna presidencial), porque sé la importancia que tiene, la fuerza de la opinión pública en una democracia. Antes, como el pueblo no se enteraba, ¿qué hacían los jueces, magistrados y ministros? Ni se sabía quiénes eran, incluso en el poder Legislativo lo mismo, no se informaba al pueblo. Entonces, en el anonimato podían hacer cualquier cosa; ahora no, ahora el pueblo está atento y denuncia todo, cualquier abuso de autoridad, y la vida pública es cada vez más pública. En los dos temas es muy importante la participación de los ciudadanos y es lógico que nuestros opositores estén en contra”.