La industria de servicios de Estados Unidos repuntó en agosto por segundo mes consecutivo gracias al mayor crecimiento de los pedidos y el empleo, mientras disminuían los cuellos de botella y la presión sobre los precios, lo que reforzó la opinión de que la economía no estaba en recesión, pese a que la producción se hundió en la primer semestre del año.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento dijo que su PMI no manufacturero subió a 56.9 el mes pasado desde 56.7 en julio, el segundo aumento mensual consecutivo después de tres meses de caídas.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el PMI no manufacturero descendería a 54.9. Una lectura por sobre 50 indica expansión en el sector de servicios, que comprende más de dos tercios de la actividad económica del país.
La actividad manufacturera también ha subido
El crecimiento en los servicios siguió a la encuesta manufacturera del ISM el jueves pasado, que también mostró que la actividad fabril subió de manera constante en agosto, a diferencia de la tendencia en otras economías, lo que ofreció evidencia de que el país no estaba en recesión pese a la contracción del producto interno bruto en el primer semestre.
Los cambios bruscos de los inventarios y el déficit comercial ligado a las problemas de las cadenas de suministro globales se han citado en gran medida para explicar la disminución de la producción.
Las ganancias laborales, por el contrario, se han mantenido sólidas, con los empleadores estadunidenses contratando más trabajadores de lo esperado el mes pasado.
El sector de servicios está apoyado por un cambio en el gasto desde los bienes. La medida del ISM de nuevos pedidos recibidos por empresas de servicios subió a 61.8 desde 59.9 en julio.
Más empleo en el sector servicios; caen precios de insumos
El indicador de empleo en la industria de servicios también avanzó a 50.2 desde 49.1 en julio.
Las ofertas de empleo en Estados Unidos aumentaron inesperadamente en julio, informó el gobierno la semana pasada, a 11.2 millones, y un mercado laboral ajustado mantiene la presión sobre la Reserva Federal para aumentar agresivamente las tasas de interés para frenar la demanda mientras lucha por reducir la inflación.
La medida de las entregas de los proveedores del ISM cayó a 54.5 desde 58.3 en julio, lo que ayudó a frenar el ritmo de aumento de la inflación de los servicios. Un indicador de los precios pagados por las industrias de servicios por insumos disminuyó a 71.5, desde 72.3 en julio, y la lectura más baja desde enero de 2021.