Helsinki. La nueva primera ministra británica está trabajando en lo que parece ser el mayor paquete de ayudas por la crisis energética en Europa hasta la fecha, mientras los países europeos se esfuerzan por proteger a los hogares y a las empresas de la subida de las facturas y por apuntalar a proveedores en apuros.
Liz Truss, que sustituyó a Boris Johnson este martes, planea congelar las facturas energéticas de los hogares al nivel actual durante este invierno y el próximo, lo que pagará con préstamos a los proveedores respaldados por el gobierno, informó la BBC, que cifró el costo entre cien mil millones y 130 mil millones de libras (116 mil millones y 151 mil millones de dólares).
El gobierno también está trabajando en la ayuda a las empresas, pero es probable que sea más complejo y se revise con más frecuencia, dijo la BBC.
Costos de gas en Europa se han disparado 340% en un año
Los gobiernos europeos están impulsando paquetes multimillonarios para evitar el colapso de los servicios públicos y proteger a los hogares en un contexto de subida de los costos energéticos provocada principalmente por las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania.
Los precios de referencia del gas en Europa se han disparado 340 por ciento en un año, y el lunes se elevaron 35 por ciento, después que la empresa controlada por el Estado ruso, Gazprom, anunció el cierre indefinido del importante gasoducto Nord Stream 1.
Europa ha acusado a Rusia de militarizar el suministro de energía en represalia por las sanciones occidentales impuestas a Moscú por la invasión de Ucrania. Rusia culpa a esos castigos de provocar los problemas de abastecimiento de gas, que achaca a fallos en los gasoductos.
Alemania lanza medidas para proteger a hogares y empresas por el encarecimiento
Alemania dijo el domingo que gastaría al menos 65 mil millones de euros en proteger a los clientes y a las empresas de la inflación disparada, provocada principalmente por el alza de la energía.
Varios países también están proporcionando miles de millones de euros en ayudas a los distribuidores de energía expuestos a las salvajes oscilaciones de los precios, que les obligan a desembolsar enormes garantías para el suministro.
La empresa energética noruega Equinor ha calculado que estos pagos de garantías, conocidos como “margin calls”, ascienden al menos a 1.5 billones de euros (1.5 billones de dólares) en Europa, sin contar Gran Bretaña.
El alza de los precios está obligando a las industrias que consumen mucha energía a reducir su producción, lo que aumenta las posibilidades de que las economías europeas entren en recesión.