Ciudad de México. La inseguridad pública, por encima de la inflación, es el factor que más podría obstaculizar el crecimiento de la economía mexicana en los próximos meses, reportaron especialistas del sector privado consultados por el Banco de México. En menor medida se cuentan otros temas vinculados al gobierno y en segundo plano, los económicos.

De acuerdo con la encuesta realizada entre 38 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero, el 18 por ciento de la muestra identifica en la inseguridad pública el principal obstáculo para el crecimiento de la actividad en México, mientras 13 por ciento se decanta en primer lugar por la inflación.

Problemas de falta de Estado de derecho acumula 10 por ciento de las respuestas; la incertidumbre política interna, 9 por ciento. Y con 5 por ciento siguen diferentes factores como la debilidad en el mercado externo y la economía mundial; la incertidumbre sobre la situación económica interna; el aumento en precios en insumos y materias primas y el incremento de tasas de interés.

En la misma encuesta de agosto se repiten los temas de inseguridad como los principales frenos —que los analistas económicos consideran— que tienen los empresarios al hacer negocios en México. Destacan tres: el crimen, con 28 por ciento de las respuestas, la falta de Estado de derecho, con 26 y la corrupción, con 23 por ciento.

Se consulta también a los especialistas qué sectores de la economía tiene una ausencia o un bajo nivel de competencia. De acuerdo con ellos, encabeza electricidad (30 por ciento), energía (28 por ciento) y telecomunicaciones (16 por ciento).

En cuanto a proyecciones económicas, el panel estimó una mayor inflación este y el siguiente año, así como mayor crecimiento económico en 2022, seguido por deterioro de la actividad en 2023, afectada por una tasa de interés que no cederá por debajo de 9 por ciento.

La encuesta de especialistas del Banco de México revela que, respecto a julio, se prevé una mayor inflación, tanto al cierre de este año como del próximo. En un mes, las previsiones para el cierre de 2022 pasaron de 7.80 por ciento a 8.13 por ciento, mientras las de 2023 lo hicieron de 4.50 a 4.66 por ciento.

Por el lado del crecimiento, entre julio y agosto mejoró de 1.80 a 1.90 por ciento la previsión para 2022, pero se deterioró de 1.60 a 1.36 la de 2023, con el valle en el segundo trimestre de ese año. Mientras para la próxima década se mantiene un estimado promedio de 2 por ciento.

Se reportan mejores perspectivas para el tipo de cambio, al tiempo que no cambia la proyección de que la tasa de interés cierre este año en 9.5 por ciento y sólo baje a 9 por ciento al cierre de 2023.

Pese a los datos de la actividad económica en Estados Unidos y las varias advertencias que esos grupos económicos han hecho de “qué pasaría” en México si su principal socio comercial entra en recesión, sus especialistas prevén una desaceleración, pero no decrecimiento en ese país.

Las expectativas de crecimiento de la economía estadunidense para este año pasaron de 1.95 en julio a 1.70 en agosto; y las de 2023 se mantuvieron en 1.30 por ciento.