Nablus, Palestina. En un hospital de Nablus, un adolescente palestino herido por una bala israelí avanza con dificultades antes de sentarse en una silla de ruedas para llegar a la sala de operación, donde los médicos lidian para atender la afluencia de lesionados.
El adolescente de 16 años, que prefiere no revelar su identidad, fue alcanzado cerca de las rodillas en unos enfrentamientos con las fuerzas israelíes que tuvieron lugar en el campo de refugiados de Balata, en Nablus, Cisjordania ocupada.
Tras las hostilidades, fue admitido en el hospital Rafidia, un establecimiento "bajo presión por el gran número de heridos y del tipo de heridas", reconoce Fouad Nafaa, jefe del departamento de cirugía.
"Las heridas son serias, por las armas usadas y las partes del cuerpo que han sido alcanzadas, en concreto la cabeza, el cuello, el pecho", explica a la AFP.
Nafaa recuerda el caso de un adolescente con una bala en la pelvis. "Era una herida muy grave. Lo operaron y desde entonces está mejor", señala.
Heridos cada 15 minutos
Tras una serie de atentados en Israel a finales de marzo, el ejército israelí multiplicó sus operaciones en Nablus y Yenín, en el norte de Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967.
Según Israel, las operaciones pretenden detener a sospechosos en una zona en la que actúan grupos armados palestinos. Pero las incursiones suelen derivar en enfrentamientos con los habitantes.
El 9 de agosto, el ejército israelí mató a Ibrahim al Nabulsi, alto responsable de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, uno de los principales grupos militantes en Cisjordania que operan bajo el partido gobernante Fatah.
Ese día, la Media Luna Roja palestina trató a 69 heridos por bala.
Según el ejército, los soldados respondieron a un "disturbio violento" abriendo fuego y causando "varios heridos" en el lado palestino, pero ninguno en el lado israelí.
La violencia también se desató en Yenín, al norte de Nablus, donde la periodista palestino-estadounidense de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, fue asesinada en mayo mientras cubría una operación israelí.
Para Jani Abu Joukha, director del hospital local Ibn Sina, el número de heridos "aumentó considerablemente" estos últimos meses.
"El personal médico está curtido (...) pero pese a todo no es fácil lidiar al mismo tiempo con todas estas víctimas", explica el médico, que ha vivido días en los cuales llegaban 15 heridos cada 15 minutos.
El ejército israelí afirma que solo abre fuego después de haber descartado "todas las demás opciones".
"Listos"
Al menos mil 380 palestinos han resultado heridos por bala desde inicios de 2021 "en el contexto del conflicto israelí-palestino", el número más elevado desde 2015, según la ONU y la Media Luna Roja.
Más del 40% resultaron heridos en Nablus y Yenín.
Para Rik Peeperkorn, representante de la Organización Mundial de la Salud en los territorios palestinos, el aumento reciente del número de víctimas desafía "un sistema de salud que ya es frágil".
"Vivimos en un estado de emergencia, día y noche", sostiene por su parte Maria al-Aqra, encargada de la cooperación internacional en el Ministerio palestino de Salud.
"El personal hace todo lo que puede y algunos tienen a veces tres guardias seguidas", indica Aqra.
Jamal Abu Alkebash, ortopedista en el hospital de Rafidia, subraya que las heridas por bala pueden ir más allá. "Las víctimas pueden terminar paralizadas, amputadas o discapacitadas", insiste.
Mientras los enfrentamientos siguen en el norte de Cisjordania ocupada, los hospitales están en pie de guerra. "Siempre estamos listos", dice Fouad Nadaa.