Florida. El lanzamiento del nuevo megacohete de la NASA a la Luna con tres maniquíes de prueba a bordo, programado para ayer, fue suspendido debido a un problema técnico con uno de sus motores principales, una decepción para la agencia espacial de Estados Unidos, que ahora tendrá que esperar las próximas fechas posibles de despegue.
A 50 años de que astronautas pisarán la Luna por última vez en la misión Apolo 17, Artemisa 1 debería marcar el lanzamiento del programa estadunidense para regresar al satélite de la Tierra, con miras a permitir a la humanidad llegar a Marte a bordo de la misma nave.
Las próximas fechas posibles de despegue son el 2 y el 5 de septiembre, pero el problema tendrá que ser evaluado en detalle por los equipos de la agencia espacial antes de determinar cuándo ocurrirá.
Estoy un poco decepcionado, pero (...) no me sorprende
, señaló ante periodistas en Florida el astronauta Stan Love, quien ha trabajado en el programa durante dos décadas. Es un vehículo nuevo, tiene millones de piezas, todas tienen que funcionar perfectamente
.
Es el debut del cohete SLS naranja y blanco de 98 metros de altura. El personal de la NASA insistió todo el fin de semana en que se trataba de un vuelo de prueba y que podrían ocurrir imprevistos técnicos en cualquier momento, pese a que se han realizado varios ensayos generales en los meses pasados.
El lanzamiento estaba programado para las 8H33 (12H33 GMT) desde la plataforma 39B del Centro Espacial Kennedy, en Florida.
El llenado de los depósitos de combustible del cohete con hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos había comenzado con una hora de retraso por riesgo de relámpagos.
Luego, una fuga provocó una pausa durante el llenado de la etapa principal con hidrógeno.
Alrededor de las 07H00 locales, se investigaba un nuevo problema. Uno de los cuatro motores RS-25, debajo de la etapa principal del cohete, no pudo alcanzar la baja temperatura deseada, condición necesaria para encenderlo.
La cuenta regresiva se detuvo y, después de más de hora y media de espera mientras se intentaba solucionar el problema, la directora de lanzamiento de la NASA, Charlie Blackwell-Thompson, decidió cancelar.
Arreglarán la falla y volaremos
La ventana de oportunidad duraba sólo dos horas y no hubo tiempo suficiente para seguir intentando solucionar el problema.
No despegaremos hasta que todo esté listo
, agregó el jefe de la agencia espacial estadunidense, Bill Nelson, en la transmisión en vivo de la agencia espacial. Los ingenieros llegarán al fondo del problema, lo arreglarán y volaremos
.
Miles de personas se habían trasladado a las cercanías del centro espacial para ver el lanzamiento, incluida la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, asistió a Florida para presenciar el lanzamiento junto con una delegación mexicana.
En sus redes sociales, el funcionario informó que “la constelación Azteca 2 de nanosatélites, proyecto en el que participan las universidades Nacional Autónoma de México, la Popular Autónoma del Estado de Puebla, Aeronáutica en Querétaro, Panamericana y Politécnica de Querétaro, está propuesta para Artemisa 2 y 3”.
Por parte de México, también estuvieron Salvador Landeros Ayala, director general de la Agencia Espacial Mexicana, y Gustavo Cabrera, representante ante la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio.
El objetivo de Artemisa 1 es probar el cohete SLS y la cápsula de tripulación Orión. Esta última se lanzará sin tripulación en órbita alrededor de la Luna, con el fin de verificar que el vehículo sea seguro para los futuros astronautas, entre los que se prevé enviar a la primera mujer y a la primera persona negra a la superficie lunar.
“Esta misión lleva consigo los sueños y esperanzas de muchas personas. Ahora somos la generación Artemisa”, destacó Nelson.
Según el programa de la misión, dos minutos después de que sea lanzado el SLS, los propulsores regresarán a la Tierra para caer en el Atlántico. Ocho minutos después, en la etapa principal se separará y alrededor de hora y media después, en un último impulso, enviará la cápsula rumbo a la Luna, adonde tardará varios días en arribar.
La misión probará la resistencia del escudo térmico de la cápsula, que regresará a la atmósfera terrestre a casi 40 mil kilómetros por hora y a la mitad de temperatura de la de la superficie del Sol.
Con información de Eduardo Murillo