Ciudad de México. El número de compañías en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) continúa reduciéndose y cada vez será más difícil para los trabajadores que tienen una Afore, para un participante con un gran capital o minoritario, invertir en un portafolio diversificado de acciones para incrementar su patrimonio.
Desde finales de 2017, el mercado accionario mexicano vive una sequía de nuevas empresas en búsqueda de financiamiento, pues no quieren tomar el riesgo de pedirlo, ante las expectativas poco alentadoras
del ambiente de negocios.
Además, vive un éxodo de emisoras que observan que el precio de sus acciones caen de manera constante y, en algunos casos, los fundamentales son positivos en el sentido de que se siguen generando crecimientos en ingresos y utilidades, así como el bajo volumen operativo.
Jacobo Rodríguez, director de análisis en Black WallStreet Capital (BWC), explicó que cada una de las cerca de 20 empresas que han dejado de estar listadas o anunciaron su salida en los pasados cinco años tienen diferentes razones, pero hay un trío en las que coinciden.
La primera, explicó, es que los precios del mercado de las acciones están muy subvaluados, muy por debajo de lo que debería de considerarse al precio justo; la segunda es el bajo volumen operativo, que en muchos casos, son emisoras con baja bursatilidad, eso también incide que quieran deslistarse y eso va ligado con la razón uno.
Y tercera, comentó, es que aunque el número de cuentas en las casas de bolsa ya superan los 2 millones, es claro que estos inversionistas minoristas buscan opciones extranjeras en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC) y también tiene que ver con la poca oferta a nivel local.
El futuro incierto
“Las expectativas en el ambiente de negocios y las expectativas económicas en México no son alentadoras, eso ha provocado que los inversionistas locales y extranjeros no vean a México como una gran oportunidad de inversión. En este sentido, tanto locales o extranjeros, buscan opciones en otros países, que tienen perspectiva más altas. Mientras la inversión en México siga contrayéndose de manera constante no habrá nuevas ofertas públicas, sino va a permanecer la dinámica del desliste porque no se ve un cambio de paradigma de las estrategias de inversión en el país
, alertó Rodríguez.
Por su parte, Gabriela Soni, estratega de mercados emergentes de UBS asesores México, advirtió que los mercados de acciones pequeños y concentrados, como es el caso de México, pueden quedar atrapados en un círculo vicioso.
Dado el bajo volumen negociado, los grandes inversionistas institucionales (Afore, fondos de inversión, fondos de retiro) enfrentan dificultades para crear y liquidar posiciones. En última instancia, esto reduce la liquidez y confina a los emisores más pequeños a una participación marginal en el mercado
, aseveró Soni.
Además, si el país sigue perdiendo peso en los índices de mercados emergentes, el interés de los inversionistas en acciones mexicanas se irá diluyendo.
Las controversiales políticas de México en los años recientes no se han traducido en un impacto súbito y negativo a las perspectivas de crecimiento del país. Sin embargo, hay evidencia de que el constante debilitamiento del clima de inversión está alimentando un deterioro gradual y constante de las perspectivas de México
, prevé la especialista de USB.
Para Jacobo Rodríguez la visión y expectativa a corto plazo es que la situación se mantenga igual, en el sentido de que el mercado mexicano se hace más pequeño. Para el día de hoy hay muchas que ya se salieron, pero hay otras que están anunciando la posibilidad de salir.
El mercado accionario mexicano no coincide con el tamaño de la economía local. Con todos estos deslistes, el empequeñecimiento del mercado mexicano va a ser mayor en relación a la economía que tenemos. Es preocupante, pues desnuda el poco financiamiento bursátil para crecer y las pocas opciones de inversión rentable nacional
, destacó el director de análisis de BWC.