Ciudad de México. Las presiones inflacionarias y la reorientación en el gasto de las familias ha disminuido el dinamismo del crédito que otorgan los bancos para la adquisición de vivienda, pues al cierre del primer semestre del año el saldo de la cartera vigente solamente creció 3.4 por ciento en términos reales comparado con el mismo lapso pero del año pasado, indicó BBVA México.
De acuerdo con un análisis de la institución con cifras tomadas del Banco de México (BdeM), al cierre de junio el saldo vigente del crédito a la vivienda se colocó en 1 billón 139 mil 505 millones de pesos, lo que implicó un avance en términos nominales —sin descontar la inflación— de 11.7 por ciento. Comparado con el mes inmediato anterior, el aumento nominal fue de 11.4 por ciento.
“La dinámica inflacionaria registrada durante el último año ha mermado el poder adquisitivo de los hogares, quienes se están viendo obligados a priorizar sus decisiones de gasto. El mayor ingreso destinado al gasto para la adquisición de bienes y servicios de inmediata necesidad implicaría una menor demanda efectiva por vivienda, lo que podría reflejarse en un deterioro en la dinámica de los saldos de financiamiento a la vivienda”, señaló BBVA.
Señaló que el desempeño de la cartera de vivienda se explica por el aumento en los saldos asociados al segmento de vivienda media residencial que representa el 95.8 por ciento de la cartera hipotecaria total, misma que exhibe un mayor dinamismo mes a mes desde marzo de 2021, con un aumento nominal promedio de 12.1 por ciento y de 4.3 por ciento en términos reales durante el primer semestre del año.
Y es que al cierre del primer semestre, el saldo vigente en la cartera de crédito a la vivienda se colocó en un billón 91 mil millones de pesos, mientras que al cierre del primer semestre pero de 2021, el monto era de 969 mil 465 millones de pesos.
BBVA detalló que en el caso de la cartera para vivienda de interés social, en junio registró una caída anual nominal de 5.9 por ciento y de 12.8 por ciento en términos reales, que es menor en magnitud a los períodos anteriores, pero sin señales inminentes de una reactivación.
“La mayor pérdida de empleos entre los trabajadores de menores salarios durante 2020 podría explicar el comportamiento divergente del financiamiento entre ambos segmentos de vivienda. Las mayores tasas de interés podrían implicar un menor dinamismo de este tipo de crédito, aunque se espera que los saldos mantengan crecimientos interanuales en el mediano plazo”, apuntó la institución financiera.
Agregó que, al cierre de junio de 2022, el índice de morosidad del financiamiento a la vivienda se ubicó en 2.8 por ciento con respecto al saldo de la cartera total cifra menor al 2.9 por ciento observado el mes inmediato anterior y 20 puntos base por debajo del observado en junio de 2021.