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Cristina Fernández agradece apoyo popular ante embate judicial

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Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina, se dirige a sus simpatizantes apostados a las afueras de su casa en Buenos Aires. Foto Afp.
28 de agosto de 2022 00:15

Buenos Aires. “Yo sólo les pido que no abandonemos nuestra convicciones y sobre todo el indiscutible amor a la patria que nos une”, dijo esta noche la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ante miles de manifestantes que permanecían rodeando el edificio donde vive, en esta capital, que fue aislado por vallas y cordones policiales ordenados por el gobierno capitalino, del opositor Horacio Rodríguez Larreta, lo que fue calificado como una provocación que hubiera podido producir una espiral de violencia pero que fue contenido por la dirigencia del gobernante Frente de Todos.

Después de un día tenso, la aparición de la vicepresidenta destacó que en todo el país se han producido grandes marchas en repudio al intento de la fiscalía a condenarla a 12 años de prisión inhabilitación y proscripción en una causa de vialidad cargada de irregularidades y pruebas falsificadas, lo que llevó a un levantamiento popular cuando miles de manifestantes llenaron las calles de esta capital y de otras partes del interior del país, que sorprendió a la oposición.

Fernández de Kirfchner emocionada, como quienes la escuchaban, recordó que el único lugar donde se produjeron escenas violentas este día de marchas multitudinarias en todo el país en su defensa sólo fue Buenos Aires. “El partido judicial pidió 12 años de condena, por cada año de los mejores 12 años que tuvo el pueblo argentino”, exclamó en fererencia a las administraciones de su fallecido esposo Néstor Kircner (2003 2007).

“Desde ese día se produjeron a lo largo y ancho del país manifestaciones espontáneas de compatriotas, también aquí. Sólo aquí, en la puerta de mi casa hubo violencia provocada por lo que yo llamo el odio hacia la alegría, porque odian el amor y la alegría del peronismo que siempre ha sido así”, señaló.

La también ex presidenta recordó todos los actos de violencia que anteceden a estos momentos, entre los que descacó la llegada del derechista Mauricio Macri al gobierno en el 2015 y lo que sucedió durante la pandemia, cuando salían grupos de la alianza conservadora Camniemos a quemar barbijos, a desafiar las cuarentenas.

Destacó que durante todo ese tiempo “nunca vi a la policía de la ciudad de Buenos Aires actuar ante el hostigamiento que sufrí, como una ciudadna que tengo derechos como todos, y después dicen que los peronistas somos los violentos (…) no se quieren hacer cargo de que lo que quieren es exterminar al peronismo y lo han intentado todo, hasta la desaparición de miles de compatriotas”.

Pidó a la oposición, “nunca no repitan la historia, hay demasiada sangre derramada en Argentina para que sigan amenazando con balas, gas pimienta a nuestra gente que recordó siempre se han expresado con alegría, sin agravios ni insultos”. Al finalizar su breve discurso, los miles de manifestantes comenzaron a dispersarse, pero mucho ha cambiado en el ambiente político en estas horas ante la decisión popular de no abadonar la calle.

Los graves incidentes de esta jornada, que por un momento hicieron presagiar una tragedia, se produjeron cuando una manifestación multitudinaria avanzó hacia el edificio donde vive la vicepresidenta, cuyo domicilio había quedado aislada por las grandes vallas y el cerco de seguridad de Mandado por Rodríguez Larreta, lo que dejó algunos heridos, entre ellos un periodista y policías, además de detenidos.

Al lugar se mandaron unas 35 camionetas policiales, carros hidrantes, un bus para llevar posibles detenidos, incluso la infantería. Esto a pesar de que todas las marchas que se mantienen desde hace una semana aquí y en todo el país han sido pacíficas.

Los manifestantes que se habían convocado en varias plazas al enterarse del aislamiento de la vicepresidente decidieron marchar hacia el domicilio de Fernández de Kircner, lo que se convirtió en una manifestación multitudinaria. Ante esta situación los dirigentes del oficialista Frente de Todos, diputados y otros como el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, llegaron al lugar para tranquilizar a los manifestantes e impedir que cayeran en lo que consideraron “una provocación” del jefe de gobierno capitalino.

Rápidamente se intentó frenar a los manifestantes cuando se produjo un forcejeo con los policías de la ciudad, que usaron gas pimienta, chorros de agua y golpes.

Si esto no hubiera sido así, un enfrentamiento de serias consecuencias era inevitable ya que los policías con escudos formaron un cordón detrás de las vallas, que fueron arrancadas y estaban preparados para actuar con toda violencia. Dirigentes de organizaciones populares previendo una “emboscada” para crear violencia se ubicaron junto a otros en primera fila, para organizar a las cuadras y cuadras de manifestantes.

“Hoy amanecí con mi casa literalmente sitiada”, fue la expresión de Fernández de Kirchner cuando se despertó y vió que se habían instalado vallas para impedir la llegada de manifestantes que desde hace una semana están en las calles de todo el país en protestas masivas pero pacíficas.

Esto sucedió después de conocer la condena dictada a doce años de prisión, inhabilitación y otras medidas por parte de dos fiscales en la llamada Causa de Vialidad, Sergio Mola y Diego Luciani, recusados por serias irregularidades y pruebas falsas en un juicio armado durante el gobierno del ex presidente Macri, con quien mantenían y mantienen ambos jueces una relación de amistad, que les impedía actuar en un caso como éste.

La fiscalía impidió a la también ex presidenta hacer uso del derecho a la defensa, al haberse agregado irregularmente nuevas supuestas pruebas en la causa de Vialidad. Esto la llevó a presentar por televisión para Argentina y otros países las pruebas que surgen de la misma causa y que ignoraron los fiscales, con fotografías y asombrosos documentos y testimonios que demostraban la responsabilidad de Macri y sus funcionarios más allegados en el armado de causas falsas y una trama mafiosa, ayudados por la llamada “justicia macrista”.

La instalación de las vallas fue la gota que desbordó el vaso de la impunidad del sistema judicial. Fernández de Kirchner repudió en la mañana el operativo de seguridad armado alrededor de su casa, por el Gobierno de la ciudad.

Recordó que en el momento de conocerse lo decidido en el teatral alegato de la fiscalía su casa fue rodeada de grupos opositores tan violentos que utilizaban parlantes y micrófonos que amplificaban “insultos, agravios y promesas de muerte", dijo la vicepresidenta ante lo cual no hubo ninguna acción policial.

En cambio cuando comenzaron las vigilias organizadas en la última seman por quienes se solidarizaban con la vicepresidenta ante una condena sin prueba alguna, se produjo una insólita represión contra los manifestantes que llegaron para solidarizarse en los primeros momentos de ese difícil día ante su casa.

En referencia a Larreta, Fernández de Kirchner dijo que “nunca fueron ni serán democráticos”, remarcando que en el Frente de Todos “nadie cultiva la violencia y menos” ella. También señaló que el canal TN, del grupo Clarín, mostraban su casa en vivo todo el tiempo mientras hablaba el fiscal Luciani “como instigando a esa oposición violenta”, que desde hace tiempo la amenazan de muerte.

Pidió revisar cómo funcionan los medios porque “era casi una convocatoria” y esa lógica de los insultos no puede suceder más en Argentina. Advirtiendo que la lógica de las vallas “es la misma del Partido Judicial” En tanto los policías de la ciudad filmaban a los manifestantes desde balcones de casas vecinas.

El presidente Alberto Fernández dijo esta noche que es imperioso que cese el hostigamiento a la vivepresidenta Cristina Kirchne y, repudió "la violencia institucional desatada por el Gobierno de la Ciudad" responsabilizando a Rodríguez Larreta por el accionar de la Policía.

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