Ciudad de México. Tras los análisis geofísicos aplicados en el entorno de la mina El Pinabete, donde se encuentran atrapados 10 trabajadores, arrojaron dos opciones para poder continuar con las operaciones de rescate.

Una es denominada “de tajo abierto”, en la que se plantean obras de rampas de acceso inclinado, es decir bajar a través de un túnel por una pendiente hasta las galerías.

La segunda es llamada “pantallas de control”, que es crear la barrera física entre esta mina y la contigua, Las Conchas Norte, de la que se estima se filtra el agua que mantiene inundado el yacimiento, a la par de seguir con el bombeo simultáneo para la extracción del agua acumulada.

Lo anterior lo informó la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, al participar en video llamada en la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador para dar, como cada día, el reporte de los trabajos para el rescate que se realizan en la zona desde el día del percance, el pasado 3 de agosto.

Indicó que también se podría dar una combinación de ambas opciones a fin de llegar hasta donde están los mineros y poder recuperarlos.

Al respecto, el mandatario federal instruyó al equipo que participa en las operaciones “llevar a cabo las dos propuestas, no detenernos y seguir trabajando hasta lograr recuperar los mineros”.

La coordinadora de Protección Civil indicó que se calcula que en las galerías de El Pinabete hay 6 mil 600 metros cúbicos de agua, y de las labores para el rescate que llevan tres semanas se han extraído 106 veces el volumen estimado dentro del yacimiento hoy, equivalente a 705 mil metros cúbicos desahogados.

Al día de hoy a las seis de la mañana, dijo la funcionaria, se trabaja con 14 bombas capaces de extraer 917 litros por segundo, y los niveles de los pozos son los siguientes: en el dos, 25 metros de inundación; en el tres se estima en 28 metros; mientras en el cuatro es de 25 metros. “Esto refiere esto una disminución”, pues hace una semana rebasaba la inundación en promedio los 41 metros.