Chilpancingo, Gro. El periodista Fredid Román Román, director del portal La Realidad, fue asesinado a balazos ayer por la tarde cuando se disponía a retirarse de sus oficinas, después de terminar de escribir su columna, en la que abordó el caso Ayotzinapa. Con él, suman 13 comunicadores asesinados en el país, reconocidos por el gobierno federal, en lo que va del año.

Alrededor de las 16:20 horas, Román abordó su vehículo para ir a comprar comida para los integrantes de su equipo de trabajo cuando dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta de colores rojo y gris lo interceptaron y abrieron fuego en su contra en varias ocasiones; recibió al menos cuatro impactos de bala.

Al escuchar las detonaciones, los trabajadores del periodista salieron a ver que sucedía y lo vieron herido de gravedad frente al volante; llamaron por teléfono a la Cruz Roja y a otras instancias de salud pero no hubo pronta respuesta y alrededor de las 16:45 horas, Fridid Román perdió la vida.

Minutos después arribó una de sus hijas, quien llorado pedía a los policías estatales, ministeriales, y municipales que le permitieran ver a su padre. “Por favor, déjenme pasar. No se vale lo que le hicieron y cómo lo asesinaron”, dijo entre jaloneos con los uniformados, quienes le impidieron el paso, al igual que a otros familiares y amigos del comunicador.

También llegaron una veintena de reporteros, tanto a cubrir el crimen como para solidarizarse con la familia.

El gobierno de Guerrero, a cargo de la morenista Evelyn Salgado, lamentó y condenó el crimen. Manifestó su rechazo “a la violencia en todas sus manifestaciones” y reiteró “el compromiso de mantener y reforzar las estrategias de seguridad pública en el estado, mediante la estrecha coordinación y colaboración de los tres órdenes de gobierno”.

Solicitó a la fiscalía estatal “agilizar las diligencias ministeriales e investigaciones, con el propósito de dar a la brevedad con quien o quienes resulten responsables del crimen”.

Fredid Román, de 58 años, era originario de la comunidad de Oxtotitlán, municipio de Teloloapan, en la zona norte de Guerrero. Procreó seis hijos, uno de los cuales fue asesinado el pasado 1 de julio en Chilpancingo.

Fue reportero de diversos medios por más de 30 años; fungió como director de los diarios locales Expresión Popular y La Palabra. Y trabajó como reportero en varios más, entre los que destaca Pueblo.

En los últimos años, público el seminario La Realidad, pero ante el aumento en el costo de los insumo, optó por publicarlo solo en las redes sociales de lunes a viernes. En su página abordaba los temas políticos de la semana.

Fungió como director de Comunicación Social del Partido Revolucionario Institucional en el estado cuando fungía como dirigente Ángel Aguirre Rivero (1993-1996); al asumir éste la gubernatura en sustitución de Rubén Figueroa Alcocer, Fredid Román formó parte del equipo de comunicación social del gobierno estatal.

En su última entrega de la columna, La Realidad Escrita, elaborada minutos antes de ser privado de la vida, Román abordó el caso Ayotzinapa. Bajo el título “Crimen de Estado sin culpar al jefe”, escribió: “Fue un crimen cometido por el estado, esa fue la conclusión que presentó el jueves pasado a familiares de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, el subsecretario de Gobernación y presidente de la Comisión de la Verdad del caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, (CVAJ) sobre este lamentable suceso ocurrido hace siete años 11 meses en Iguala”.

“La principal evidencia que tiene la CVAJ para concluir que fue en “Crimen de Estado” es el testimonio de un testigo protegido que reveló de un supuesto cónclave en Iguala que encabezó Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio, prófugo en Israel y donde asistieron el entonces gobernador Ángel Aguirre Rivero y Omar García Harfurch jefe de la Policía Federal en Iguala. Sobre este cónclave hay dos verdades que echarían por tierra la construcción de la “verdad Histórica” que según se diseñó en esa reunión: Primero, el testigo protegido, según testimonios, no estuvo presente en esa reunión y segundo, dos actores Ángel y Omar, ha desmentido su asistencia”.

“Nadie ha filtrado los nombres de los cinco funcionarios administrativos del gobierno de Guerrero, pero la sospecha pública apunta hacia el ex gobernador, cuya responsabilidad, si es que la hay, sería la de omisión en no aplicar sus facultades constitucionales de destituir a algunos de sus colaboradores ante algunas omisiones en la investigación. Aguirre Rivero, manifestó su voluntad de comparecer ante la autoridad que lo requiera, lo mismo García Harfurch. Los dos ya negaron su participación en la construcción de la “Verdad Histórica”, concluyó.