Jerusalén. El director general de la compañía israelí de spyware NSO renunció como parte de una reorganización, anunció el domingo la empresa, vinculada con varios escándalos debido al supuesto uso indebido de su software de espionaje telefónico Pegasus.
En su comunicado, la empresa dijo que Shalev Hulio, su CEO y uno de los fundadores, renunciará a su puesto y será reemplazado temporalmente por el jefe de operaciones Yaron Shohat.
El año pasado, Estados Unidos prohibió el uso de los productos y servicios de la compañía, afirmando que sus programas se habían usado “para la represión transnacional”.
En un comunicado, la empresa expresó que la reorganización abarcará “todos los aspectos de su negocio, incluyendo la agilización de sus operaciones para garantizar de que NSO siga siendo una de las principales empresas de alta tecnología dedicadas a la inteligencia cibernética, enfocada en países miembros de la OTAN”.
Una fuente de la empresa, que pidió no ser identificada al no estar autorizada a hablar del tema en público, afirmó que Hulio seguirá trabajando para la compañía. Añadió que 100 empleados, un 13% de la plantilla, serán despedidos.
Pegasus permite al intruso infiltrar el teléfono celular de otra persona y copiarle sus contactos, mensajes y geolocalización.
La compañía insiste en que solo vende Pegasus a gobiernos extranjeros bajo aprobación del Ministerio de Defensa de Israel y que solo debe ser utilizado para capturar a criminales o terroristas.
Dice también que tiene salvaguardas para evitar el abuso, pero hay quienes denuncian que sus salvaguardas no han sido suficientes. La empresa ha reconocido que no tiene manera de controlar a quién le aplican el software sus clientes. Afirma que no tiene acceso a la información recabada.
Los críticos, entre ellos grupos de derechos humanos y otros expertos, han denunciado que Pegasus ha sido utilizado para espiar a periodistas, activistas y disidentes en muchas partes del mundo, desde México hasta Arabia Saudí y la Cisjordania ocupada.
NSO no identifica a sus clientes, pero la compañía ha reconocido que ha cancelado los contratos de por lo menos siete clientes por haber abusado de su tecnología. Se ha reportado que entre estos están México, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
Apple y Facebook han demandado a NSO, acusándola de infiltrar sus productos.
La decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de sancionar a la empresa la ha perjudicado, ya que ha limitado su acceso a partes y tecnologías estadounidenses. NSO ha impugnado la designación.
La compañía también se ha visto afectada por la decisión de las autoridades israelíes el año pasado de aumentar su supervisión sobre las exportaciones tecnológicas. Esa decisión, en medio de denuncias de que Israel supervisaba muy poco su industria de espionaje cibernético, ha reducido la cantidad de países que pueden comprar programas cibernéticos israelíes, de más de 100 a 37.