Ciudad de México. Las grandes empresas harineras del país incrementaron el precio de la tonelada de harina de maíz hasta en mil 500 pesos en junio pasado, un aumento récord, lo que ha repercutido de manera importante en el costo del kilogramo de tortillas, alimento básico de las familias mexicanas.
Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla (CNT), resaltó que desde el inicio de la segunda mitad de este año la industria encabezada por Maseca y Minsa ofrece la tonelada de harina en un rango de 14 mil a 17 mil pesos, una importante alza en un contexto de altos precios para las tortillerías.
Ambas empresas suben los precios de la harina de maíz con cualquier pretexto, ya sea por el aumento de los combustibles o por la guerra en Ucrania, siempre hay alguno y no corresponde a la realidad, hacen al menos dos incrementos de precio al año, agregó Blanca Mejía de la campaña sin Maíz no hay País y de la Alianza por la Tortilla.
López García, representante de más de 60 mil tortillerías en todo el país, indicó que la variación de mil 500 pesos es muy elevada si se toma en cuenta que anteriormente las alzas eran de entre 300 y 400 pesos e, incluso, en años complicados se llegaron a registrar alzas hasta de mil 300 pesos, pero se daban en tres partes a lo largo del año.
Explicó que tradicionalmente las harineras ajustan sus precios a finales de año, por lo que no se descarta que en diciembre se dé un nuevo incremento.
Este lunes el gobierno federal responsabilizó a Maseca –subsidiaria de Gruma– por el incremento en el precio de la tortilla en meses recientes, ya que se trata del actor preponderante
en este mercado.
Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), destacó que sin importar cómo se comportan los precios de la tonelada de maíz, esta compañía mantiene sus costos al alza y orilla a la mayoría de las tortillerías a elevar el precio del producto.
Para poner en contexto el impacto de este aumento, López García explicó que esos mil 500 pesos de incremento en la tonelada de harina, representa 75 centavos en el costo del kilogramo de tortillas, un alza considerable si se toma en cuenta que los ajustes de entre 300 y 400 pesos de otros años significaban sólo 20 o 30 centavos.
Los mil 500 pesos representan 75 centavos de incremento para la gente, pero si a eso le sumas el alza de otros insumos, como el gas, los fletes, el papel, las refacciones, etcétera, es un alza importante. En otros años todo eso representaba solo un peso adicional, que era el que subía la tortilla al inicio de cada año, totalizando seis por sexenio, ahora ya estamos más arriba.
De acuerdo con diversos verificadores de precios, el de la tortilla se ha disparado 37 por ciento en los pasados dos años, alcanzando un máximo histórico, pues en agosto de 2020 el promedio del kilogramo en el país era de 15.66 pesos, mientras ahora se encuentra en 21.48 pesos, una diferencia de 5.8 pesos.
El precio seguirá aumentando aunque el maíz y la harina bajen, tenemos otros factores que siempre influyen. Sin lugar a dudas seguirá el incremento, pero esperemos que no sea tanto, pero, por lo pronto, para finales de 2022 esperamos otros 3 o 4 pesos pesos de alza para cerrar en 23 o 24 pesos
, adelantó López García.
Círculo vicioso
Desde 2018, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) investiga los abusos en el incremento de la harina de maíz de estas empresas, pero no se han dado a conocer los resultados; se ponían de acuerdo, lo cual era evidente porque al mismo tiempo subían el precio
, indicó Blanca Mejía, de la Campaña Sin Maíz no hay País.
Explicó que las compañías se quejan de incremento en la inflación, lo aplican al costo de la harina, que impacta directamente en el costo de producción del industrial de la tortilla y a la vez genera un incremento en la inflación. Es un círculo vicioso. Es algo que ellos generan y después lo aplican
.
Sostuvo que actualmente en el país las tortillas se producen con 6.5 millones de toneladas de maíz nixtamalizado y una cantidad similar de harina de maíz. En todo el país hay 110 mil tortillerías y sólo 15 mil molinos de nixtamal, cada uno de los cuales surte en promedio a nueve tortillerías.