El proceso de extradición de Rafael Caro Quintero –reclamado por el gobierno de Estados Unidos para juzgarlo por su probable participación en delitos relacionados con el narcotráfico y el asesinato del agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena— lo resolverán las secretarías de Gobernación (SG) y de Relaciones Exteriores (SRE), así como la Fiscalía General de la República (FGR), informó el presidente Andrés Manuel López Obrados.
A la par, indicó que su gobierno no permitirá la intromisión de las agencias estadunidenses ni espionaje, y que si bien existe colaboración en materia de seguridad y lucha contra el crimen organizado, esta se da en pie de igualdad y con respeto a la soberanía de ambas naciones.
En la mañanera, el mandatario fue interrogado sobre la solicitud de extradición de Caro Quintero –capturado hace unas semanas— a Estados Unidos y de declaraciones, bajo anonimato, de agentes de la DEA que señalaron que en la colaboración “no confían” en el Ejército, pero sí en la Marina.
“Ya no son los tiempos de (Felipe) Calderón, ya no son los tiempos de Rápido y furioso –cuando Washington introdujo armas a México con el fin de rastrearlas pero no funcionó y sólo se armó a las bandas de la delincuencia—, ahora hay cooperación pero se respeta nuestra soberanía. Y nosotros les tenemos mucha confianza a las fuerzas armadas de México, a el Ejército y a la Marina y no aceptamos esos comentarios, porque son una falta de respeto a nuestro país, a nuestra soberanía”, respondió el presidente.
Refirió que Caro Quintero ha promovido diversos amparos para evitar su extradición, y será el Poder Judicial y la FGR quienes definan en ese ámbito; y en lo que corresponde al Ejecutivo, la postura la fijarán los titulares de la SG, Adán Augusto López, y de la SRE, Marcelo Ebrard.
“Esto lo ve la SG y la SRE, de acuerdo a los procedimientos legales y a los convenios de cooperación que se tienen con Estados Unidos y otros gobiernos”.
López Obrador consideró que las declaraciones de elementos de agencias extranjeras, en este caso estadunidenses, en el sentido que sólo confían en la Marina y por ello prefieren trabajar con esa corporación, representan “una intromisión alevosa”.
“Ese manejo de manejo de información surge esa intromisión alevosa de las agencias del gobierno de Estados Unidos en lo que tiene que ver con asuntos de nuestro país, empezó a manejarse esa visión de que no le tenían confianza al Jjército, sino en la Marina, durante el gobierno de Calderón. En ese gobierno los operativos se hacían prácticamente de manera conjunta entre la DEA y Marina, incluso hubo un embajador de Estados Unidos que llegó a declarar algo parecido, de que trabajaban con la Marina porque no le tenían confianza al Ejército.
“Desde luego que eso era una intromisión indignante. Recuerdo que yo era opositor y puse en mi Facebook que rechazaba la intromisión del embajador, que México no era una colonia de ningún gobierno extranjero. Esto se dio cuando asesinan en un enfrentamiento a uno de los jefes del narcotráfico, en Cuernavaca (Arturo Beltrán Leyva) y que incluso pues ultrajan el cuerpo, porque le ponen billetes, dólares y le toman fotografías, muy gansteril, algo que no corresponde a un gobierno democrático, libre, apegado al estado de derecho, que respeta los derechos humanos. Esa era la visión”.
Así, el titular del Ejecutivo federal dejó claro que hoy los tiempos han cambiado y que la colaboración con la Casa Blanca se da en condiciones de igualdad y con respeto a la soberanía.
Inclusive criticó que esas afirmaciones se hagan bajo condición de anonimato. “Si tienen elementos, pruebas, que no actúen en el anonimato, que den la cara, que presenten denuncias, eso no es inteligencia, eso es espionaje”.
