Ciudad de México. Los episodios de violencia como los que se vivieron la semana pasada en distintos estados del país desincentivan la inversión y provocan el cierre de empresas, lo que a su vez se ve reflejado en un menor crecimiento económico, consideró Alejandro Hernández, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“La inversión y el consumo son lo que puede afectar en mayor medida. Necesitamos inversión, pero el hecho de que haya inseguridad en muchas partes del país desmotiva y ahuyenta a potenciales inversionistas para llevar a cabo sus inversiones”, destacó en conferencia remota.
Resaltó que ese tipo de acontecimientos también son un golpe para el consumo y el turismo, además de que incrementa la ya de por sí alta inflación.
“Desmotiva que en lugar de ver que esta inseguridad está disminuyendo, parece que cada día aumenta en mayor medida. Da la impresión de que no estamos haciendo lo necesario para combatirla”, indicó Hernández al presentar el informe mensual de las perspectivas para la economía mexicana.
En este sentido, Mario Correa, economista del IMEF, destacó que uno de los principales riesgos para la economía nacional es precisamente la inseguridad, pues es un fenómeno que eleva los costos para las empresas, por ejemplo, al tener que aumentar la seguridad de sus camiones o de sus establecimientos, gastos que a final de cuenta se trasladan a los consumidores.
De acuerdo con el informe del IMEF, las perspectivas recopiladas por la encuesta del Comité Nacional de Estudios Económicos presentan un deterioro, con algunos pequeños contrastes y siguen mostrando un panorama complicado y poco favorable.
Para 2022, el pronóstico de crecimiento del PIB se revisó ligeramente al alza, de 1.8% a 1.9 por ciento, lo que responde principalmente a mejores resultados de lo previsto en las cifras del producto interno bruto del segundo trimestre.
En tanto, la inflación se revisó al alza, de 7.7 a 7.9 por ciento, como resultado de cifras superiores a lo esperado en los recientes meses.
