Nueva York. Los precios del petróleo cayeron cerca de tres por ciento este martes a un nivel no visto desde antes de la invasión de Rusia a Ucrania, porque datos económicos avivaron el temor a una recesión mundial, mientras el mercado espera claridad sobre la reactivación de un acuerdo que podría permitir más exportaciones desde Irán.
En ese contexto, la mezcla mexicana de exportación descendió 2.84 dólares (3.34 por ciento) y quedó en 81.95, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Se trata de la menor cotización para el crudo mexicano desde el 28 de enero, cuando cotizó en 81.81 dólares, previo a la invasión rusa en Ucrania que elevó los precios por la tensión que generó la acción bélica.
El referente europeo Brent cayó 2.76 dólares (2.9 por ciento) a 92.34 dólares el barril. El contrato tocó un mínimo de sesión de 91.71 dólares por barril, el más bajo desde el 18 de febrero.
El crudo estadunidense West Texas Intermediate (WTI) perdió 2.88 dólares (3.2 por ciento) a 86.53 dólares por barril. El contrato cayó a un mínimo de sesión de 85.73 dólares por barril, el más bajo desde el 26 de enero.
Los precios del petróleo volvieron a bajar con fuerza el martes, lastrados por la desaceleración económica en China, la segunda mayor economía mundial, pero sobre todo por la perspectiva más cercana de un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, que pondría en el mercado casi de inmediato unos cien millones de barriles.
Los responsables de la Unión Europea y Estados Unidos examinaron este martes la respuesta de la república islámica al texto propuesto por la Unión Europea y considerado como su propuesta “final” para reactivar el acuerdo nuclear de 2015, dijo el martes un portavoz del bloque.
Irán respondió a la propuesta a última hora del lunes, pero ninguna de las partes dio detalles.
En tanto, los débiles indicadores económicos pesaron sobre los precios. La construcción de viviendas en Estados Unidos cayó en julio al nivel más bajo en casi un año y medio, golpeada por la subida de las tasas hipotecarias y los precios de los materiales, lo que sugiere que el mercado inmobiliario podría contraerse aún más en el tercer trimestre.
El banco central de China recortó las tasas de interés de los préstamos para tratar de reactivar la demanda, ya que la economía del país se desaceleró inesperadamente en julio, después de que la política de Pekín de cero covid y una crisis inmobiliaria frenaron la actividad fabril y el comercio minorista.