La Habana. Cuba planea permitir cierta inversión extranjera en el comercio mayorista y minorista local por primera vez desde la revolución de Fidel Castro en 1959, dijo el gobierno, un intento por salir de la peor crisis económica en décadas.
La viceministra de Comercio, Ana Teresita González, dijo a última hora del lunes en un programa de televisión que a los inversionistas extranjeros se les permitiría ser dueños de mayoristas locales por primera vez o ingresar al mercado a través de empresas conjuntas.
El comercio minorista estaría más restringido, pero también abrió la puerta a algunas empresas públicas/privadas en ese espacio.
Cuba cuenta con una libreta de abastecimiento que se entrega a cada ciudadano desde su nacimiento, y en ella se le otorga leche, huevos, café, pequeñas porciones de carne, azúcar, arroz, frijoles y pasta de dientes, entre otros productos altamente subsidiados, pero las cantidades fueron disminuyendo, obligando a las familias a acudir a las llamadas tiendas en MLC (moneda libremente convertible), en las que los precios equivalen a dólares. Hasta ahora el Estado es el único dueño de estos establecimientos.
Recientemente, el efecto combinado de la pandemia de COVID-19, las limitaciones productivas del propio modelo y las sanciones de Estados Unidos con el fin de presionar para que haya un cambio de esquema político —y que en los dos últimos años se incrementaron radicalmente— impactaron la economía de la isla y a su gente, obligándola a realizar filas enormes para conseguir productos básicos.
González dijo también que Cuba permitiría “selectivamente” que algunos inversionistas extranjeros ingresen al mercado minorista, siempre que la inversión contribuya a los objetivos socialistas del país y recortara los precios.
La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, explicó en el mismo programa que el estado mantendría su dominio en el comercio minorista, pero permitiría algunas empresas conjuntas públicas y privadas.
El creciente descontento de los cubanos por las largas filas para obtener productos básicos, la escasez de combustible y los apagones continuos han llevado a funcionarios del Partido Comunista a acelerar los planes largamente postergados para reformar la economía estatal de estilo soviético.
Ambas funcionarias dijeron que el objetivo es poner más materias primas y bienes en manos de los productores y consumidores de la isla, pero economistas y empresarios consultados por Reuters dijeron que las medidas probablemente se quedarían cortas.
“Es un paso en la dirección correcta, pero demasiado pequeño y demasiado tarde”, dijo el economista cubano Omar Everleny, y agregó que las medidas están plagadas de advertencias y trámites burocráticos.