Zapotlán de Juárez. "¡Que se vaya, que se vaya!" gritaban los cerca de 500 feligreses que la noche de este jueves irrumpieron en la iglesia de la Purísima Concepción localizada en la cabecera municipal de Zapotlán de Juárez para expulsar al párroco Francisco de Jesús Contreras Figueroa, acusado de incurrir en actos homofóbicos y diversos abusos.
Convocados a través de redes sociales, tras ingresar a la parroquia buscaron al sacerdote con el fin de capturarlo pero logró escabullirse por una puerta trasera.
Al no encontrar a Jesús Contreras, los vecinos anunciaron la toma de la iglesia e hicieron un llamado a las autoridades eclesiásticas a destituirlo y nombrar a otro en su lugar.
El tratar mal y discriminar a homosexuales y lesbianas así como a las mujeres; no haber acatado las medidas sanitarias para combatir el Covid 19 al abrir la iglesia y realizar misas cuando las autoridades sanitarias lo habían prohibido; atender a los feligreses por la ventana de la oficina del templo religioso ; no permitir que las personas que acostumbraban tocar las campanas lo siguieran haciendo; desaparecer a los grupos pastorales así como a los dos coros, que participaban en las misas.
No haber organizado la representación de los viacrucis de Semana Santa desde que fue asignado a la parroquia y ya no permitir las pláticas presacramentales por parte de personas que desde hace años estaban encargadas de esa tarea así como la molestia entre los pobladores de pretender formar un coro infantil con niños de cinco a ocho años de edad son algunos de los abusos de los que es señalado el padre.
Tras la toma de la parroquia, los feligreses llevan una "velada de oración" para que el sacerdote no regrese.
En tanto, elementos de la Policía Municipal de Zapotlán y de Seguridad Pública de Hidalgo se encuentra replegados cerca de la iglesia.
Hasta el momento se desconoce el paradero del sacerdote.