Ciudad de México. En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, integrantes de villas, barrios y comunidades originarios residentes en la Ciudad de México realizaron una caminata de la glorieta de la Independencia, en el Paseo de la Reforma, al Zócalo, para visibilizar su presencia e inhibir actos de discriminación y racismo en su contra.
Por primera vez en los 13 años que se ha realizado esa movilización, participó un contingente de la comunidad afromexicana, expresada en las danzas de los rubios de Juxtlahuaca, Oaxaca, y de los diablos de la Costa Chica de Guerrero, junto con las comparsas de chinelos de las alcaldías capitalinas.
Lucy González Liborio, afrodescendiente de Pinotepa, Oaxaca, con residencia en la capital del país, explicó que a tres años de que fueron reconocidos en la Constitución nacional los derechos de la comunidad que representa, se sumaron por primera vez a la marcha y también por primera vez el Gobierno capitalino los incluyó en la Fiesta de las Culturas Indígenas, Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México que se realiza en el Zócalo.
La marcha partió al mediodía de Reforma con una lona a la vanguardia en la que se enfatizaba la presencia del pueblo afromexicano y un Nunca más una CDMX sin los pueblos
, para llegar a la Plaza de la Constitución tres horas después.
Con una caminata por el centro de la Ciudad de México, integrantes de barrios y comunidades residentes en la capital del país conmemoraron el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Foto Yazmín Ortega Cortés
Pascual de Jesús, del Movimiento de Pueblos y Comunidades y Organizaciones Indígenas de la Ciudad de México, explicó que en la calenda
participaron 18 comunidades como triquis, mazatecos, zapotecos, tseltales, nahuas, purépechas, tojolabales y mixes, residentes en la capital.
Con la marcha las comunidades buscan hacer visible la presencia indígena en la entidad y, al mostrar su música, danza e indumentaria ancestral, inhibir la discriminación y el racismo que padecen.
El presidente del Poder Judicial local, Rafael Guerra Álvarez, informó que en la ciudad 415 personas indígenas están en reclusión y dos de cada tres pertenecen a seis comunidades: náhuatl, mazateca, otomí, mixteca, zapoteca y totonaca.
El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación capitalino (Copred) puso énfasis en la necesidad de reconocer el papel de las mujeres indígenas en la sociedad y proteger sus derechos. Advirtió que enfrentan condiciones de discriminación y desigualdad por encima de otros grupos de atención prioritaria en la ciudad y el país.
Entre bailes y fiesta, exigieron a autoridades y ciudadanos pleno respeto a sus derechos y cese de las agresiones cotidianas como racismo y marginación. Foto Yazmín Ortega Cortés