Guadalajara, Jal. La fundación Apadrina un Trasplante, en la cual fue tesorero Luis Oswaldo Espinoza Marín -dueño de la empresa Asesores Jurídicos Profesionales (AJP) denunciada por cientos de personas como defraudadora de sus ahorros-, se deslindó del robo al patrimonio de quienes confiaron dinero o bienes a dicha empresa.
“Nos deslindamos de las acciones ejercidas por Espinoza Marín, las cuales desconociamos en su totalidad y condenamos rotundamente”, publicó Apadrina un Trasplante, organismo que entre sus socios fundadores tiene por ejemplo al actor Mauricio Ochmann o al técnico de fútbol Miguel El Piojo Herrera.
“Quienes formamos parte de la fundación lamentamos profundamente los hechos, tanto para las familias que verán afectado su patrimonio por el mal manejo de los recursos así como por (el presunto suicidio de Espinoza)”, agrega el desplegado.
Pero, pese al deslinde, la presidenta de Apadrina un Trasplante sigue siendo Elizabeth Castro, una conductora de radio y televisión de música grupera que además es empleada pública del gobierno jalisciense en el área de reclusorios, quien hasta no hace mucho se ostentaba como relacionista pública y vendedora de casas para la señalada empresa defraudadora AJP.
Ella y la diputada federal ex priísta, hoy de Morena, Claudia Delgadillo, quienes revelaron que forman parte del grupo de inversionistas que perdieron el dinero que metieron a AJP, antes promovieron a la empresa entre sus conocidos y allegados bajo el argumento que tenía casi 30 años funcionando y otorgando rendimientos muchas veces superiores al 2 por ciento mensual.
Tanto los actores Mauricio Islas como Mauricio Ochmann, fundadores de Apadrina un Trasplante, subieron este miércoles en su respectivas redes sociales vídeos para deslindar a la fundación de lo ocurrido, respaldando la gestión de Castro al frente.
La conductora de Televisa, muy conocida en el mundo de la farándula, el mes pasado causó polémica cuando fue entrevistada por Univisión y presumió haber sido la mensajera de una carta que Rafael Caro Quintero envió al presidente Enrique Peña Nieto en 2013 para solicitar la libertad (que obtendría meses después), tras 28 años de estar preso.
Castro labora en la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social, un área del sistema penitenciario estatal que brinda trabajo y comercializa los artículos que fabrican los internos.