En el país los pueblos originarios continúan siendo objeto de prácticas de discriminación estructural que limitan su acceso pleno a la protección de la salud, a la buena alimentación, a disfrutar de una vivienda digna, a servicios de justicia imparcial y expedita, así como a disfrutar –sin limitación alguna— de todos los beneficios, programas y acciones que el Estado dispensa a la sociedad mexicana, aseveró la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra hoy, llamó de manera urgente para que el Estado mexicano establezca un nuevo pacto con estas comunidades, se coloque a la interculturalidad como política de Estado y, de esta manera, se consolide a México como un nación pluriétnica y multicultural.
“Los derechos indígenas exigen una defensa y protección basada en la diversidad y pluralidad cultural, pero al mismo tiempo, que se tome en cuenta la especificidad histórica de cada pueblo y comunidad, con la finalidad de hacer visibles situaciones que les permitan participar y tomar decisiones sobre el rumbo que desean seguir para el buen vivir y la satisfacción plena de sus derechos como personas, pueblos y comunidades indígenas”, indicó.
En un pronunciamiento, la CNDH expresó su preocupación por las dinámicas de pobreza, exclusión, desigualdad y marginalidad que siguen padeciendo, las cuales impiden que sus derechos, a pesar de estar reconocidos a nivel constitucional, sean efectivamente respetados en los hechos.
“El reto sigue siendo establecer una nueva relación con los pueblos indígenas sustentada en el respeto y trato digno en condiciones sustantivas de igualdad, inclusión, desarrollo, educación y acceso a la justicia”, afirmó.
Refirió que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas de México, actualmente hay 43 mil 276 localidades, donde se hablan 68 lenguas indígenas con 364 variantes lingüísticas, de las cuales, 60 se encuentran en riesgo de desaparecer.
Agregó que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) establece que el 71.9 por ciento de la población indígena vive en condiciones de pobreza o pobreza extrema. La accesibilidad a los servicios de salud es uno de los mayores obstáculos, toda vez que, en 2018, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reportó que el 20.7 por ciento de las personas indígenas, tardan más de dos horas para llegar al hospital más cercano. Y casi la mitad, afirmó que, durante la última atención médica recibida en instituciones públicas, tuvieron que esperar al menos 30 minutos para ser atendidos.
Por otra parte, expuso que la Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2017 arrojó que el 49.3 por ciento de la población indígena mayor de 12 años, percibe que sus derechos son poco o nada respetados. En tanto que el 24 por ciento declaró haber sido discriminado en los últimos cinco años en al menos un ámbito de su quehacer social, ya sea en su centro laboral, la escuela, en oficinas de gobierno, negocios, centros comerciales, en la calle, en el transporte público, en redes sociales o incluso en sus propios hogares.
Un tercio de los encuestados refirieron haber padecido –al menos— un incidente de negación de derechos en oficinas gubernamentales o en la recepción de apoyos de programas sociales.