Bogotá. Gustavo Petro asume hoy la banda presidencial de Colombia y marcará varios hitos: como el primer jefe de Estado de progresista en 200 años de historia republicana y el primer ex guerrillero en convertirse en comandante supremo de las fuerzas armadas.
Los colombianos manifiestan un cauto optimismo sobre el gobierno de Petro y esperan mayor equidad y respuestas a un descontento generalizado por la desi-gualdad que se evidenció en las multitudinarias protestas de 2021 contra las políticas del saliente gobierno de Iván Duque.
Pero también hay incertidumbre entre militares, empresarios y un sector que desconfía de su pasado como rebelde ante las reformas fiscal, agraria y policial que busca llevar a cabo y por los posibles cambios en la economía en pro de que no dependa tanto del extractivismo.
La transición política fue pacífica con el gobierno de Duque, quien cede el poder a su principal opositor y termina con baja popularidad. En contraste, tras resultar elegido, Petro mejoró su imagen, que pasó de 42 por ciento de apoyo popular en febrero a 64 por ciento en julio en una encuesta realizada a mil 200 personas por Invamer.
Petro, de 65 años, ambiciona grandes reformas en un país con altos niveles de pobreza, desigualdad y una creciente violencia y encarna a una izquierda que ha sido marginada y en ocasiones estigmatizada por el peso de cinco décadas de conflicto armado.
La firma del histórico acuerdo de paz entre el Estado y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC) hace cinco años abrió espacio en el país a nuevas prioridades como la lucha contra la corrupción y el desempleo, aunque no terminó con la violencia de otros grupos armados ilegales.
Petro aspira a dar un impulso hacia la paz total
, lo que significa continuar la senda recorrida con las FARC y avanzar en las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional –la última guerrilla activa–, así como plantear un sometimiento a la justicia de las bandas criminales, entre ellas el Clan del Golfo, el cártel de narcotráfico más poderoso .
Petro comienza su mandato con mayoría en el Congreso. No sólo cuenta con el apoyo de una bancada inédita de izquierda, también logró consensos con partidos tradicionales como el Liberal y el Conservador, de doctrina opuesta.
El mandatario se propone robustecer al Estado, transformar el sistema de salud y de pensiones, y suspender la exploración petrolera para dar paso a energías limpias ante la crisis climática. También anunció que restablecerá relaciones con Venezuela, rotas desde 2019.