Tokio. Una de las principales filiales de Toyota Motor falsificó los datos de emisiones de algunos motores desde al menos 2003, más de una década antes de lo que se había indicado con anterioridad, según demostró el martes una investigación encargada por la empresa.
El fabricante de automóviles dijo que la comisión halló pruebas de falsificación que se remontan al menos a octubre de 2003, en lugar de la fecha previamente revelada en torno a 2016.
El comité de investigación encargado por el fabricante de camiones y autobuses Hino relacionó el escándalo con un entorno en el que los ingenieros no se sentían capaces de desafiar a sus superiores, en una rara crítica a la cultura empresarial en Japón.
Los equipos que estaban desarrollando los motores de la marca sabían que no podían cumplir con los objetivos y se sintieron tan presionados que falsificaron los resultados de las pruebas, admitió el presidente de Hino, Satoshi Ogiso. Eso condujo a una cadena de engaños, en la que incluso los obreros encubrieron las trampas, añadió.
Hino dijo que tomará con seriedad los hallazgos de la investigación y que propondrá medidas para evitar que esto se repita, como la creación de un sistema de verificación adecuado, la revisión de las reglas y el fortalecimiento de la cultura corporativa.
Ogiso prometió entrenar a la fuerza laboral de Hino y fomentar una cultura corporativa más abierta y una ética de trabajo adecuada, enfatizando que el problema era de toda la empresa, no sólo de los equipos en cuestión.
Hino ha retirado cerca de 47 mil vehículos fabricados entre abril de 2017 y marzo de este año, y anunció el retiro de otros 20 mil 900.