Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping, mantuvieron el jueves su quinta llamada como líderes, y Xi advirtió que no se debe "jugar con fuego" respecto a Taiwán, mientras aumenta la preocupación por una posible visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la isla reclamada por China.
La prensa estatal china afirmó que Xi dijo a Biden que Estados Unidos debía respetar el "principio de una sola China" y subrayó que Pekín se opone firmemente a la independencia de Taiwán y a la interferencia de fuerzas externas.
Pekín ha lanzado crecientes advertencias sobre las repercusiones en caso de que Pelosi visite Taiwán, una medida que supondría una dramática, aunque no inédita, muestra de apoyo de Estados Unidos a la isla, que dice enfrentarse a crecientes amenazas militares y económicas chinas.
Washington no tiene relaciones oficiales con Taiwán y sigue una política de "una sola China" que reconoce diplomáticamente a Pekín, no a Taipei. Pero está obligado por la ley a proporcionar a la isla los medios para defenderse, y la presión ha ido aumentando en el Congreso para un apoyo más explícito.
La Casa Blanca dijo que la llamada duró más de dos horas. Representantes estadounidenses habían dicho que tendría una amplia agenda, incluyendo la discusión de la invasión rusa de Ucrania, que China aún no ha condenado.
Funcionarios estadunidenses dijeron que veían el intercambio como otra oportunidad para gestionar la competencia entre las dos mayores economías del mundo, cuyos lazos se han visto cada vez más empañados por las tensiones en torno a Taiwán, un país de gobierno democrático que Xi ha prometido reunificar con el continente, por la fuerza si es necesario.
"Se trata de mantener abiertas las líneas de comunicación con el presidente de China, una de las relaciones bilaterales más importantes que tenemos, no sólo en esa región, sino en todo el mundo, porque afecta a muchas cosas", dijo el miércoles a periodistas el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Una persona informada de la planificación de la llamada dijo que el gobierno Biden piensa que el contacto entre líderes es la mejor manera de reducir las tensiones sobre Taiwán.
Algunos analistas creen que Xi también tiene interés en evitar una escalada, ya que busca un tercer mandato sin precedentes en el congreso del Partido Comunista de China que se espera para el otoño boreal.
Biden también quería discutir cuestiones relacionadas con el clima y la competencia económica, dijo la fuente, así como la idea de poner un tope al precio del petróleo ruso para castigar a Moscú por su guerra en Ucrania, una cuestión que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, planteó a sus homólogos chinos a principios de julio.
El gobierno de Biden ha estado debatiendo si levantar algunos aranceles sobre los productos chinos como una forma de aliviar la creciente inflación, pero los funcionarios estadounidenses han dicho que no se esperaba una decisión antes de la llamada.
Cuando Biden habló por última vez con Xi en marzo, le advirtió de "consecuencias" si Pekín daba apoyo material a la guerra de Rusia, y el gobierno estadounidense cree que esa línea roja no se ha cruzado en los meses transcurridos.