Berlín. La inflación alemana aumentó inesperadamente en julio, después de que una nueva reducción de los flujos de gas procedentes de Rusia hizo temer una subida aún mayor de la factura energética, según datos publicados el jueves.
Los precios al consumidor, armonizados para hacerlos comparables con los datos de inflación de otros países de la Unión Europea (IPCA), aumentaron 8.5 por ciento en el año, tras el alza de 8.2 por ciento en junio, dijo la Oficina Federal de Estadística (Destatis), sobre la base de datos preliminares.
En el mes de julio, el encarecimiento anual de la energía se moderó a 35.7 por ciento desde 38 por ciento de junio, mientras que la subida de precios de los alimentos se aceleró a 14.8 por ciento, frente a 12.7 por ciento de junio.
En términos no armonizados, el índice de precios al consumidor de Alemania descendió ligeramente en julio a 7.5 por ciento desde 7.6 por ciento del mes anterior.
En su análisis, Destatis volvió a destacar el efecto sobre la tasa de inflación de las medidas introducidas por el gobierno, como el precio reducido para el transporte público y el descuento para llenar el tanque de combustible, aunque advirtió que “aún no se puede mostrar” hasta qué punto tuvieron impacto.
El instituto Ifo dijo que la inflación en la mayor economía de Europa podría haber alcanzado su punto máximo, según una encuesta que mostraba que el número de empresas alemanas que planeaban aumentar los precios había caído por tercer mes consecutivo en julio.
El mismo jueves el gobierno alemán reconoció que la imposición de una tasa a los consumidores de gas para distribuir entre los hogares y empresas los mayores costos del combustible supondrá un impacto “de varios cientos de euros”, aunque el monto del gravamen, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, aún no se ha determinado.
En declaraciones a los medios, el ministro alemán de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, subrayó que el importe de la nueva tasa del gas aún no se ha determinado de forma definitiva, aunque anticipó que “estará entre 1.5 y 5 céntimos por kilovatio hora”.