Madrid. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), resultado de los acuerdos de paz de Colombia entre el gobierno y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), imputó a 22 antiguos integrantes del ejército por hasta 303 casos de “falsos positivos”.
El escándalo de los “falsos positivos” consistía en premiar a miembros de las fuerzas armadas a cambio de matar a civiles y hacerles pasar por guerrilleros abatidos para aparentar operaciones militares muy exitosas en el marco del conflicto armado.
Así, la JEP acusó de crímenes de guerra y de lesa humanidad a un total de 22 exmilitares, entre los que se encuentra el destacado general Henry William Torres, así como dos coroneles, tres tenientes coroneles, diez oficiales y seis suboficiales, la mayoría integrantes de la brigada XVI del Ejército.
Según la JEP, los hechos ocurrieron entre los años 2005 y 2008, y las más de 300 víctimas fueron ejecutadas en un total de 218 eventos en algunos municipios de los departamentos de Casanare, Meta y Boyacá, según recoge el diario colombiano El Tiempo.
Además, esta es la primera ocasión en la que se imputa también el delito de utilización de menores, pues la Justicia determinó que, en algunos casos, se empleaba a menores como reclutadores para que participaran en los engaños que culminaron con la muerte de las víctimas.
Asimismo, la Sala de Reconocimiento de la JEP señaló que, solo en Casanare, los militares emplearon al menos 140 millones de pesos colombianos, unos 30 mil 600 euros en la actualidad, provenientes de las arcas públicas, para financiar sus acciones criminales.