Zacatecas, Zac. El campesino se agachó, puso una de sus rodillas sobre la tierra colorada y acarició con su mano izquierda la pequeña mata, reflexionando: “parece zacate, pero véala, es una plantita de maíz”.

Pero no es una. Suman decenas de miles de plantas idénticas, alineadas en los surcos de toda su milpa, que están poco a poco secándose, bajo la intensa radiación solar que domina el horizonte zacatecano. Este maíz fue sembrado el 2 de julio. Hoy las cañitas deberían tener entre 25 y 30 centímetros de altura, pero apenas alcanzan unos 12 centímetros.

Preocupado, pero sereno a la vez, narró lo anterior a este diario el agricultor Luis Gerardo Ortiz Martínez, del ejido Francisco I. Madero, quien llegó a la cabecera de su parcela a bordo de su viejo tractor color naranja Allis Chambers modelo 1965, cuando el motor de la máquina se ahogó, a pesar de los esfuerzos que hizo él para evitarlo, maniobrando bruscamente con el clutch y acelerador.

Son días difíciles para el campesinado de Zacatecas, admite el productor que enciende con la ayuda de un arrancador químico en aerosol, su tractor estadounidense –cuya marca comercial ya no existe-, para continuar escardando, sin parar, con la esperanza de que quizá, pronto llueva. A veces hay nubes gordas y enormes, pero éstas sólo se pasean, el agua no se descuelga de ellas.

“Yo ya me traje del monte mis vacas, aquí las encerré en el corral, porque allá se me van a morir de sed o hambre, o me las van a robar. Y mire mi maíz, voy a perderlo todo si no llueve pronto. Además de todos los gastos que ya hice: el diésel, la semilla, la gasolina”.

La Secretaría del Campo local y el gobierno federal tienen ya listo un programa de sustitución de cultivos de frijol y maíz –por el severo estiaje-, para entregarles semilla de avena, cebada y girasol, y “rescatar” el ciclo agrícola de temporal, se le comenta al campesino, esperando que encuentre algo de alivio a su aflicción.

“Nosotros no queremos subsidios, no queremos cebada ni avena. Sólo queremos que llueva, porque sin lluvia, vamos a perder toda la cosecha, y a mal vender a nuestros animales. El gobierno nos tiene olvidados desde hace mucho tiempo, ya no hay PROCAMPO, y en un solo año, todos los fertilizantes subieron más del 100 por ciento”.

La inflación acumulada de décadas –derivada de las malas políticas gubernamentales y el modelo económico neoliberal vigente-, tiene aún de rodillas al campo mexicano, asegura por otra parte Manuel Alvarado Pérez, representante de El Barzón Nacional en Zacatecas, quien este lunes 25 de julio difundió un cuadro comparativo, con el que se ejemplifica el problema:

Durante el régimen de Carlos Salinas de Gortari, en 1991, el kilogramo de maíz era de 4 pesos, mismo costo que tenía el litro de diésel, y el fertilizante –la urea-, costaba 4 mil pesos la tonelada. Para el año 2018, al finalizar el régimen de Enrique Peña Nieto, el kilogramo de maíz era de 3.5 pesos, el diésel ya costaba 21 pesos el litro, y el precio de la urea de 9 mil 500 pesos la tonelada.

Actualmente, afirma el vocero de El Barzón Nacional, el kilogramo de maíz está en 6 pesos; el litro de diésel en 23 pesos, y la urea se disparó a 23 mil pesos. Por eso es urgente que el gobierno federal apoye a los campesinos del norte del país, incluido Zacatecas, como hace con los agricultores del sureste.

También la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), en Zacatecas ha levantado la voz ante el severo estiaje. El coordinador ejecutivo de esa organización en el estado, Marco Pinedo Hernández, emitió un pronunciamiento para solicitar al gobierno estatal -a través de la Secretaría del Campo-, “emprenda de inmediato un Programa Emergente de Atención a la Sequía”.

“Derivado de la sequía severa, que involucra la probable pérdida en cultivos o pastos, y ante un alto riesgo de incendios, por la falta de agua, en un territorio anormalmente seco, es urgente un programa de cultivos preferentemente perennes, para grano de avena, maíz, sorgo y nopal forrajero”.

Pinedo Hernández advirtió qué desde el pasado mes de abril a la fecha, en Zacatecas “pasamos de padecer sequía moderada a sequía severa, lo que complica más la labor del campo mientras el gobierno del estado no implementa un agresivo programa de apoyo para enfrentarla”.

Este 26 de julio, se cumple el plazo oficial marcado por las autoridades del sector agropecuario del estado, para realizar las siembras de temporal de maíz y frijol. A partir del miércoles 27 de julio, el gobierno promoverá entre más de 110 mil campesinos de Zacatecas, la siembra de otros cultivos, “de ciclo corto”, resistentes a la sequía y las heladas “tempranas”, pero de menor valor comercial.