Rangún. La junta militar de Birmania ejecutó a cuatro prisioneros, incluyendo a un antiguo diputado del partido de la exdirigente Aung San Suu Kyi, siendo el primer uso de esta práctica en el país en décadas, informó la prensa estatal el lunes.
Los cuatro, entre los que figura otro prominente activista por la democracia, fueron ejecutados por encabezar "actos de terror brutales e inhumanos", reportó diario estatal Global New Light of Myanmar.
El periódico dijo que las ejecuciones se llevaron a cabo "bajo el procedimiento de la prisión", sin detallar cuándo ni cómo murieron.
La junta militar ha sentenciado a muerte a decenas de activistas antigolpistas como parte de su represión de la disidencia tras tomar el poder el año pasado, pero Birmania no había practicado una ejecución en décadas.
Phyo Zeya Thaw, quien fue parlamentario del partido Liga Nacional por la Democracia (NLD, por sus siglas en inglés) de Aung San Suu Kyi, fue detenido en noviembre y sentenciado a muerte en enero por violar la ley antiterrorismo.
Kyaw Min Yu, un prominente activista por la democracia, recibió la misma sentencia del tribunal militar.
Los otros dos fueron sentenciados a muerte por el asesinato de una mujer que, según ellos, era una informante de la junta en Rangún.
La junta fue duramente criticada por las potencias internacionales cuando anunciaron el mes pasado su intención de llevar a cabo las ejecuciones.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó la decisión, tachándola de una "flagrante violación del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de una persona".
El ejército gobernante continúa con una sangrienta represión contra sus opositores, con más de 2.000 civiles muertos y más de 15.000 detenidos desde el golpe de Estado, según una ONG local.
También se enfrenta a acusaciones de genocidio contra los rohinyás. En 2017, más de 740.000 miembros de esta minoría musulmana se refugiaron en campamentos improvisados en Bangladés para huir de los abusos del ejército.