Ciudad de México. En sesión solemne, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión conmemoró hoy los 100 años del arribo a México de la poetisa chilena, Gabriela Mistral, quien llego al país para sumarse al proyecto de transformación educativa encabezado por José Vasconcelos.

Senadores y diputados destacaron el papel que la también pedagoga y diplomática ,quién participó en la movilización nacional por la enseñanza rural, y la creación de bibliotecas populares , lo que “abrió horizontes insospechados” a los niños y las mujeres, al introducirlos en la lectura de autores clasicos, recalco el senador de Morena, Héctor Vasconcelos.

Recordó que Gabriela Mistral fue invitada en 1922 por su padre, José Vasconcelos, entonces secretario de Educación Pública, junto con lo mejor de la intelectualidad hispanoamericana de aquellos tiempos, para desarrollar después de la Revolución mexicana, un modelo educativo centrado en las mayorías,

donde la enseñanza no fuera sólo para las élites privilegiadas, recalcó el también presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores.

Gabriela Mistral “era de convicciones firmes, fundadas y acrisoladas por una experiencia de vida junto a los pobres y a los humildes”, destacó la presidenta de la Comisión de Educación del Senado de Chile, Yasna Provoste Campillay.

Expuso que a la poetisa le tocó enfrenar un cambio radical de época, como el que en este momento vive Chile, en que transita hacia un nuevo nivel de madurez política, en que se pelea por una nueva Constitución que reemplace a la actual de 1980, que se elaboró la dictadura militar.

En su intervención, la presidenta de la Comisión Permanente, Olga Sánchez Cordero dijo que “repensar el legado de Gabriela Mistral necesariamente nos invita a pensar en la renovación mística del servicio público en nuestro país.

“Su participación en la cruzada vasconcelista, con el único afán de llevar las letras de los libros hasta aquellos lugares donde la tradición oral era la única oposición al olvido”, dejó una enorme huella en nuestra nación, pues ayudó en la reconstrucción del tejido social a través de la cultura tras la Revolución Mexicana.

La priísta Beatriz Paredes, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América Latina y el Caribe, resaltó que 100 años después de que fue recibida en el Malecón de un “luminoso Puerto de Veracruz”, en medio del año 22 del siglo.XXI,

homenajear a Gabriela Mistral y a la poesía es de gran relevancia, “especialmente ahora que padecemos la etapa de la palabra iracunda, del adjetivo que descalifica y de la mentira”.

Reconoció que la realización de ese homenaje surgió de un planteamiento de la embajada de Chile a la Comisión que preside y, a partir de ahí, se dio el acuerdo favorable para realizar una serie de eventos por parte del Poder Legislativo y del Gobierno Federal.

Leyó luego parte de un escrito de la poetisa que años después, en 1945, recibió el Premio Nobel de Literatura: “Ha sido para la pequeña maestra chilena una honra servir por un tiempo a un gobierno extranjero, será par mí siempre un sereno orgullo , haber recibido de la mano del licenciado señor Vasconcelos, el don de una escuela en México y la ocasión de escribir para las mujeres de mi sangre en en único descanso que ha tenido mi vida”.

En esa ceremonia, a la que asistió la secretaria de Cultura, Alejandra Fraustro y legisladores y personalidades de Chile, la diputad Aleida Alavez, hizo notar que aunque sólo permaneció dos años en el territorio nacional, la poeta chilena realizó aportaciones importantísimas a la educación y a la literatura.

“Voy a ayudar al ministro Vasconcelos en la organización de escuelas indígenas a raíz de un congreso de maestros misioneros que me tocó presidir, escribiría en una de sus cartas, en 1923”, destacó.

En un un mundo con predominación del pensamiento masculino en temas políticos, sociales y literarios, Gabriela Mistral levantó la voz para defender la incorporación de las niñas, las mujeres y las adolescentes al proceso educativo, resaltó..

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal Ávila, fue otro de los oradores y señaló que Gabriela Mistral es un ejemplo de la congruencia ante el decir y el hacer, además de que demuestra que es posible conjugar la vocación por el cambio social con el cultivo del espíritu humano.

Después de la sesión solemne, una delegación de la embajada de Chile en México entregó al Senado de la República una colección especial de libros con la obra completa de Gabriela Mistral.