Con el aumento en el número de elementos de seguridad de los tres niveles de Gobierno, la Secretaría de Seguridad Federal en conjunto con las dependencias estatales se mantienen alertas ante cualquier reacción del crimen organizado, luego del arresto de importantes capos del narcotráfico como Rafael Caro Quintero en Sinaloa, y Francisco Torres Carranza “El Duranguillo” en Sonora.
Tras una reunión con titulares de las corporaciones de seguridad federal, así como los secretarios y fiscales estatales de nueve entidades del noroeste y noreste, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, reiteró que pese a los enfrentamientos entre el crimen organizado, la estrategia de seguridad no cambiará.
Expuso que se reforzará el número de elementos en las zonas delictivas y habrá mayor coordinación externa e interna entre los estados con mayor registro criminal, así como la distribución de material de investigación para acelerar la judicialización de los casos.
“Se aprobaron diferentes protocolos que tienen que ver con el trabajo diario de las secretarías de seguridad estatales y la federal, como el de violencia, secuestros, sistema penitenciario federal y los traslados de personas privadas de la libertad. Hablamos de muchos temas, fue una reunión larga, hemos hecho hincapié en el buen trabajo que se realiza en la entidad con las fuerzas armadas por los resultados obtenidos con la detención de importantes objetivos prioritarios en la región”, declaró Rodríguez Velázquez.
Por su parte, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, aseguró que las corporaciones desplegadas en la región se mantienen alertas ante las reacciones de las bandas delictivas que operan en Sonora, particularmente en los municipios de Guaymas y Caborca, donde en los últimos días se han registrado innumerables enfrentamientos armados que han cobrado la vida de decenas de civiles.
“Obligan fortalecer la presencia de los cuerpos de seguridad y a alertar su desempeño ante eventuales reacciones, no sólo por el caso o la detención de Rafael Caro Quintero, sino por la movilidad que ha tenido la incidencia criminal en algunas regiones particularmente en San Carlos Nuevo Guaymas, y por supuesto en Caborca”, declaró el mandatario estatal.
Durazo expuso que según las investigaciones de la Fiscalía Estatal en Sonora, el 96 por ciento de las personas asesinadas y privadas de la libertad estuvieron vinculadas a alguna actividad criminal: “Se esmeraron en construir una forma de vida y un entorno personal que incrementó los riesgos hasta llegar al asesinato”, refutó. Añadió que en Sonora el narcomenudeo incrementó un 925 por ciento.
En los últimos días en los municipios de Guaymas y Caborca se han registrado intensas jornadas de violencia, ante la disputa territorial entre bandas del crimen organizado que operan para el tráfico de material ilegal en dicha región. Tras la captura del capo Rafael Caro Quintero, este fin de semana en ambas ciudades no cesaron las ráfagas de armas de grueso calibre en vía pública, incluso medios locales reportaron a ciudadanos en crisis de pánico, decenas de domicilios y vehículos con impactos de bala, ataques armados en antros y bares nocturnos; además de varias víctimas del fuego cruzado.
En esta reunión estuvieron presentes el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja; la titular del secretariado Ejecutivo, Clara Luz Flores; General Luis Rodríguez Bucio, Comandante de la Guardia Nacional; el vicealmirante, Jefe del Estado Mayor de la Sexta Región Naval, José Daniel Reséndiz Sandoval; el general Víctor Hugo Aguirre Serna, comandante de la Segunda Región Militar. Así como funcionarios de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Durango.