Londres. Gran Bretaña activó el lunes la primera alerta roja por calor extremo en el país para gran parte de Inglaterra, mientras las autoridades se preparaban para altas temperaturas que ya afectaban a desplazamientos, atención médica y escuelas.
#DíaEnImágenes Altas temperaturas registradas en #Europa han provocado varios #incendiosforestales en #Francia, sequías en cuerpos de #agua en #Suiza y en campos alemanes, así como alertas por ondas de calor superior a los 40 grados Centígrados en #Inglaterra
— La Jornada (@lajornadaonline) July 18, 2022
Fotos: Afp y Ap. pic.twitter.com/MEyDjQveKn
La alertas se mantendrían el lunes y el martes, cuando la temperatura podría alcanzar los 40 grados Celsius por primera vez, lo que suponía un riesgo de enfermedad grave e incluso muerto para personas sanas, según la Oficina de Meteorología de Gran Bretaña. La temperatura más alta jamás registrada en Gran Bretaña era de 38.7 Celsius, un récord alcanzado en 2019.
El calor era un problema en buena parte de Europa, donde las extremas temperaturas y la falta de lluvia provocaron importantes incendios en lugares como Francia y España.
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Aunque era probable que el lunes se batieran récords de temperatura en el sureste de Inglaterra, se esperaba que los termómetros subieran aún más cuando el aire cálido avanzara hacia el norte el martes, según indicó la directora general de la agencia meteorológica, Penelope Endersby. Las alertas por calor extremo iban desde Londres, en el sur, a Manchester y Leeds, en el norte.
“De modo que será mañana cuando de verdad veremos más posibilidades de 40 grados y temperaturas por encima de eso”, dijo Endersby a la BBC. “No se descartan 41 grados. En el modelo tenemos incluso algunos 43, pero esperemos que no llegue a eso”.
Los operadores ferroviarios pidieron a los usuarios que no viajaran si no era absolutamente necesario porque probablemente el calor deformaría las vías y afectaría al suministro energético, lo que produciría importantes retrasos. También se cancelaron algunas citas médicas para aliviar la presión sobre el servicio de salud. Aunque algunas escuelas estaban cerradas, otras habilitaron piscinas poco profundas y rociadores de agua para ayudar a refrescar a los niños.
El meteorólogo jefe de la Oficina Meteorológica, Paul Davies, advirtió que la noche del lunes sería “muy agobiante” y que resultaría difícil dormir por el calor.
“Y mañana es el día que nos preocupa de verdad por una probabilidad de alcanzar los 40 o 41 Celsius, y con ello todas las complicaciones de salud que conllevan esas temperaturas más altas”, dijo Davies.