Ciudad de México. Los cauces de los ríos Tacubaya y de los Remedios, que desde hace décadas se convirtieron en vertederos del drenaje a cielo abierto, serán saneados por medio de humedales, como parte de una estrategia que busca dar un nuevo tratamiento a las aguas residuales.
De esa forma se buscará la recarga de los acuíferos, así como el uso del líquido para riego e incluso, en algunos casos, destinado al proceso de potabilización.
En entrevista con La Jornada, la secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles, detalló que se han restaurado y construido 10 humedales desplegados en 21 hectáreas en sitios estratégicos de la zona urbana, entre ellos los ubicados en el Bosque de Aragón, el Jardín Botánico y en la vieja casona de los elefantes en Chapultepec, pero están en vías de crearse otros cuatro más.
Explicó que se empezaron a construir estos ecosistemas para un saneamiento adicional a las aguas residuales e incorporarlas a los lagos, como sucede en Aragón y Chapultepec, donde las aves migratorias y otras especies que sólo estaban en la periferia han empezado a llegar, pero las investigaciones han demostrado que el nivel de depuración del líquido es de alta calidad, por lo que es posible para consumo humano.
Tenemos un humedal que está haciendo el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) asociado con la planta de tratamiento del cerro de la Estrella, y otro más en Tláhuac, para depurar el agua que se usaría en los cultivos, pero también para su potabilización.
Comentó que están por construirse dos humedales para las descargas residuales del río Tacubaya, que baja a la cuarta sección de Chapultepec, y de manera conjunta con el estado de México dos más para el río de los Remedios, por lo que se sanearán los cauces.
Estamos en estudios específicos como es la mecánica de suelo y la caracterización de las descargas para saber qué tipo de componentes y cómo diseñar cada fase en función de lo que tienen que depurar. Hay ciertos compuestos que son capaces de procesar hasta metales pesados.
La funcionaria recordó que las aguas residuales de viviendas y de distintos usos se entubaron, se juntaron con los ríos, que fueron cubiertos y convertidos en ejes viales. Le sucedió a todas las ciudades, que sólo taparon el problema y no lo resolvieron, pero ahora se está abriendo esta nueva forma de manejo, no sólo para la depuración del líquido, sino para que los capitalinos los conozcan y los revaloren
.