Estados Unidos buscará la inmediata extradición del narcotraficante Rafael Caro Quintero, para que sea juzgado por su crímenes, incluido el asesinato del agente especial Enrique “Kiki” Camarena, dijo el fiscal general Merrick B. Garland.
Luego de agradecer al gobierno mexicano la captura del capo, destacó que esa acción es la culminación de un incansable trabajo de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), y sus socios mexicanos.
El embajador de Estados Unidos en territorio nacional, Ken Salazar, resaltó a su vez, que “este logro es un testimonio de la determinación de México para llevar ante la justicia a alguien que aterrorizó y desestabilizó” al país “durante su tiempo en el Cartel de Guadalajara”.
Rafael Caro Quintero era uno de los 10 fugitivos más buscados en Estados Unidos y por quien las autoridades de ese país habían ofrecido una recompensa de 20 millones de dólares.
Washington había demandado su captura con fines de extradición bajo los cargos de secuestro y asesinato de un agente federal, crímenes violentos, posesión y distribución de cocaína y marihuana, entre otros.
Tras la detención, la embajada estadounidense emitió una alerta de viaje para que sus ciudadanos se abstengan de viajar a Sinaloa y reconsideren cualquier traslado a Sonora ante la potencial confrontación que se puede dar entre las organizaciones criminales y las fuerzas de seguridad por el arresto.
Advirtió sobre una mayor presencia de agentes policiacos en Sinaloa y Sonora y que los enfrentamientos entre las organizaciones criminales pueden causar heridas o la muerte a los transeúntes.
Por otra parte, tanto el fiscal como el embajador externaron sus condolencias por el fallecimiento de 14 infantes de marina que habían participado en el operativo de captura de Caro Quintero.