Ciudad de México. Ante la exigencia expresada por colectivos acompañantes de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de la llamada guerra sucia para que el presidente Andrés Manuel López Obrador retire su aval para inscribir los nombres militares en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas, el mandatario afirmó este viernes que esa decisión se puede revisar y descartó que se busque homenajear a mandos militares que ordenaron y operaron la represión.
“Se puede revisar, no creo que haya ningún problema por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en hacerlo”, aseguró en su conferencia mañanera al ser cuestionado sobre el particular, pero pidió “no descartar la posibilidad de reconocer que soldados, pueblo raso, también fue sacrificado, perdió la vida en esa guerra sucia, absurda, inhumana”.
El 22 de junio pasado, en el acto oficial de apertura de archivos e instalaciones militares a la Comisión de la Verdad, en el Campo Militar número uno, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, anunció que el presidente López Obrador autorizó inscribir los nombres de militares fallecidos con motivo de los hechos del pasado en el Monumento a los Caídos de las Fuerzas Armadas, “como un tributo y un sentido homenaje a los soldados que cumplieron con su deber aún a costa de su vida”, lo que ha provocado críticas y descontento de organizaciones como el equipo de seguimiento a la Comisión de la Verdad de Guerrero, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de los Derechos Humanos en México, el Comité 68 Pro Libertades Democráticas y el Comité Eureka.
López Obrador dijo que antes de pronunciar su discurso, Sandoval se lo envió y le consultó su opinión. “Sí, eso me lo consultó, y yo dije que sí, porque hablamos de los soldados, hasta dijimos “esto no incluye a personalidades como oficiales que ya sabemos”, y si no, claro que no, porque él es una gente sensible”, explicó el mandatario.
Agregó que Sandoval “habló de quienes en cumplimiento de su responsabilidad, por no decir de su deber, recibieron órdenes y también perdieron la vida, fueron asesinados. No está hablando de quienes operaron esas represiones, sino de soldados del pueblo”.
Aseveró que primero se concluirán las investigaciones y luego se puede poner a consideración la inscripción de los nombres de los soldados. “Si ese párrafo les pareció ofensivo, lo analizamos y se termina toda la investigación y vamos a discutirlo, porque de dónde son los soldados, pues de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, es pueblo uniformado, con familias que también los perdieron a ellos”.
Planteó que tal vez se malinterpretó lo dicho por el secretario de la Defensa o “no se explicó bien, pero ni modo que se le hiciera homenaje a los jefes militares que llevaron a cabo estas masacres y esta represión”.
Aseguró que es momento de la reconciliación, la cual “es muy dolorosa, pero hay que buscarla, y parte de la reconciliación es hablar sobre estos temas”.
“Yo fui espiado por (Miguel) Nazar Haro -ex jefe de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y fundador de la Brigada Blanca- y quienes participaron en la guerra sucia, en el periodo que se está investigando, tengo mi expediente y no voy yo a pedir que se le haga un homenaje o un reconocimiento a Nazar Haro, con todo respeto para sus familiares”, dijo López Obrador.
Consideró que en la reconciliación “ya se ha avanzado. El que los familiares de las víctimas de la guerra sucia participaran en este acto, el que se abriera el Campo Militar número 1, el que se abran todos los archivos, el que se inicie una investigación es un avance importantísimo”.