Ciudad de México. Tras los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, hubo opiniones lamentables
de algunos ministros católicos, señaló a La Jornada el experto en temas religiosos Elio Masferrer Kan.
Se montan en un hecho de sangre, que es muy lamentable para golpear al gobierno federal, y no asignan responsabilidad alguna al gobierno del estado de Chihuahua
, porque José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, se paseaba en la zona y tenía órdenes de detención
.
Añadió que muchos sectores opuestos a la administración, gente inescrupulosa, toma de rehenes a muertos a fin de utilizarlos para su política
, y en tal sentido lamentó los dichos de algunos integrantes de dicho credo.
Citó al sacerdote jesuita Javier Ávila, quien en la ceremonia fúnebre de Joaquín Mora y Javier Campos en la Tarahumara afirmó que los abrazos ya no alcanzan para cubrir los balazos
. “Si fuera serio –indica Masferrer– debería renunciar como sacerdote e incorporarse a la Guardia Nacional, porque lo que está diciendo es que salgan a echar tiros. Eso es inaceptable en un religioso. Es penoso que salgan ministros de culto a exigir balazos”, porque la respuesta del crimen será mucho mayor
.
Aparte, ayer, durante la ceremonia de ordenación sacerdotal de cuatro jesuitas, Luis Gerardo Moro, provincial de la Compañía de Jesús, expuso: si algo hemos aprendido en estos días es que el pueblo mexicano necesita de la Iglesia, y que la Iglesia unida puede hacer cambios y transformar nuestra realidad
.
Les dijo, además: “ustedes lo presenciaron en Cerocahui, que nuestro pueblo necesita buenos y santos sacerdotes, ya no quiere rollos, necesita ejemplos y testimonio… no se conformen con ser sacerdotes, vayan más allá, que se les reconozca por el amor y servicio a los demás”, indicó en la ceremonia realizada en Puebla, la cual fue encabezada por el arzobispo de esa demarcación religiosa, Víctor Sánchez Espinosa.
Masferrer expuso que, como doctor en antropología y con experiencia en trabajo con delincuentes de toda índole, querer matar a todos los integrantes del crimen organizado a balazos o meterlos a la cárcel, es imposible
. Eso sólo acarreará más muerte y dolor en la población, y además, destacó que la mayoría de los criminales son creyentes
, entonces, ahí algo está fallando.
Es también trabajo de los religiosos tratar de enderezar a esas personas
, y destacó lo que hacen los franciscanos en la diócesis de Chilpancingo-Chilapa”.
Consideró que se debe romper el círculo vicioso; las conductas antisociales son el resultado de un largo proceso de descomposición de una sociedad, el desafío para todos los sectores es recomponer la sociedad para poder rehabilitar a esa gente, y de ahí deben intervenir muchos sectores y el papel religioso es muy importante
.
Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador habló de hipocresía
por parte de los curas católicos, la Conferencia del Episcopado Mexicano no emitió ningún comunicado oficial al respecto.