Nyborg. El holandés Fabio Jakobsen superó a Wout van Aert al cruzar la meta para ganar la segunda etapa de la Tour de Francia, en tanto el belga se alzó con la camiseta amarilla del primero en la clasificación general.
Ha sido un largo camino de regreso para Jakobsen.
Hace dos años estaba en un coma inducido. Requirió cinco horas de cirugía craneana y facial después de que Dylan Groenewegen lo mandó volando a través de las barreras cerca de la meta del Tour de Polonia.
“Hoy es incroyable, como decimos en francés. Ha sido un proceso largo, paso a paso. Mucha gente me ayudó a regresar, así que con esta victoria los compenso", dijo Jakobsen. “Me alegra poder seguir disfrutando de la carrera y ganar. El equipo me mantuvo en buena posición al frente al final del puente”.
Fue la primera vez que Jakobsen ganó una etapa del Tour y la segunda en dos días para el equipo Quick-Step Alpha Vinyl después del triunfo de Yves Lampaert en la contrarreloj del viernes.
Pero Van Aert se quedó con la camiseta amarilla con una bonificación de seis segundos por llegar en segundo lugar y superó a Lampaert por un segundo.
El doble campeón Tadej Pogačar conservó su tercer puesto en la general a ocho segundos de Van Aert.
Pogačar aventaja por nueve segundos a su principal oponente Primož Roglič, octavo en la general. Roglič fue segundo en la Tour en 2020 y ha ganado las últimas tres Vueltas españolas.
Después que el pelotón cruzó el enorme puente colgante Green Belt, varios corredores quedaron atrás cuando restaban dos kilómetros para llegar a la meta en Nyborg.
Van Aert parecía estar a punto de ganar la etapa al superar al crédito danés Mads Pedersen, pero Jakobsen aceleró desde el quinto puesto para colocarse primero y Pedersen quedó tercero.
“Me dolían las piernas, pero es para esto que nos entrenamos”, dijo Jakobsen. “He soñado con esto durante 15 años y quiero darle gracias a Dinamarca por la cálida recepción y el aliento”.
Después de su triunfo sorpresivo en la prueba contrarreloj inicial del viernes, Lampaert partió con la amarilla en la etapa de 202 kilómetros desde el puerto de Roskilde hasta Nyborg, en el centro de Dinamarca.
La partida sufrió una leve demora cuando Tim Wellens pinchó un neumático y Simon Yates tuvo problemas mecánicos.
Enormes multitudes con banderas rojas y blancas siguieron la carrera con entusiasmo.
La tercera etapa el domingo también es para los sprinters. Va desde Vejle en la península de Jutlandia hasta Sonderborg en el sur de Dinamarca con un recorrido de 182 kilómetros.
Después de un día para viajar, la carrera se reanuda el martes en Francia con cinco pequeñas cuestas en la ruta por la costa de Dunkerque a Calais.
La carrera finaliza el 24 de julio en París.