Washington. La actividad manufacturera de Estados Unidos –el sector de mayor vinculación con las exportaciones mexicanas– se desaceleró más de lo esperado en junio, mientras que una lectura sobre nuevos pedidos indicó la primera contracción en dos años, en una evidencia más de que la mayor economía mundial se está enfriando, en medio de un fuerte endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal.
El Instituto de Gerencia y Abastecimiento (ISM, por su sigla en inglés) reportó este viernes que su índice de actividad fabril nacional cayó a 53.0 puntos el mes pasado, la lectura más baja desde junio de 2020, cuando el sector se recuperaba de un descenso por el covid-19.
La cifra siguió a una lectura de 56.1 en mayo. Una marca por encima de 50 indica una expansión en las manufacturas, que representan el 11.8 por ciento de la economía estadunidense. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el índice caería a 54.9.
Aunque parte de la moderación en la actividad fabril refleja un cambio en el gasto de bienes hacia servicios, está en línea con datos recientes que muestran que el alza de las tasas reduce la demanda. El gasto del consumidor aumentó modestamente en mayo, mientras que los inicios de construcción de viviendas, los permisos de edificación y la producción fabril se debilitaron.
El mes pasado, la Fed elevó su tasa de interés en tres cuartos de punto porcentual, su mayor aumento desde 1994, para sofocar la alta inflación. Se espera otro aumento de tasas de tamaño similar en julio. El banco central de Estados Unidos ha incrementado su tasa de interés de referencia a un día en 1.5 puntos porcentuales desde marzo.
El subíndice de nuevos pedidos a futuro de la encuesta ISM bajó a 49.2 desde una lectura de 55.1 en mayo. A pesar de la primera caída por debajo del nivel 50 desde mayo de 2020, los fabricantes tienen mucho trabajo para mantener las plantas funcionando.
Los pedidos pendientes continuaron acumulándose a un ritmo constante. Aunque los inventarios comerciales se revisaron considerablemente al alza en el primer trimestre y los principales minoristas como Walmart y Target han informado que transportan demasiada mercancía, la encuesta de ISM aún considera que las existencias son escasas.
Algunos economistas percibieron la sólida acumulación de inventarios del último trimestre como una señal de que los cuellos de botella de la cadena de suministro se estaban aliviando.