Ciudad de México. La recaudación de impuestos especiales a la gasolina se hundió 92.2 por ciento en el periodo enero a mayo, respecto al mismo lapso de 2021, a medida que el fisco federal no sólo se renuncia del todo a cobrar ese gravamen, sino que también ha implementado estímulos adicionales como parte de su estrategia para frenar la inflación.

El efecto en el hacienda pública no se queda en renuncias recaudatorias —el dejar de recibir un recurso con el que se contaba para financiar el gasto público—, adicionalmente, en mayo se pagaron 10 mil 812 millones de pesos, que salieron de otra bolsa de ingresos, para evitar que el precio de los combustibles aumentara.

En el Informe de Finanzas Públicas a mayo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que en lo que va del año ha recaudado 9 mil 428.7 millones de pesos derivado del impuesto especial a producción y servicios (IEPS), monto que seguirá siendo rebasado, tan sólo en mayo para evitar que el precio de la gasolina aumentara se sacaron de otra bolsa de recursos 10 mil 812.6 millones de pesos.

El documento detalla que entre enero y mayo del año pasado, el gobierno federal recaudó 113 mil 39.9 millones de pesos en IEPS a gasolina, en el mismo periodo de 2022, con el IEPS al 100 por ciento y estímulos adicionales que se acreditan en impuesto sobre la renta (ISR) y el valor agregado (IVA), lleva un acumulado de 9 mil 428.7 millones de pesos.

Una cosa es cuánto pensaba recaudar el gobierno federal por el impuesto, recurso al que renuncia para reducir la carga tributaria a la cadena económica que implica llevar un litro de gasolina de la refinería donde se produce hasta la estación final donde se despachará y otra son los subsidios, pagar para evitar que avance el precio.

En su informe de ingresos a mayo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ya había advertido que entre la renuncia por IEPS y el subsidio complementario, el fisco ha dejado de contar con 98 mil 883 millones de pesos, una cifra que cálculos de Hacienda estaría en 330 mil millones de peso, pero que Raquel Buenrostro, jefa de la oficina de recaudación, soltó que podría escalar a 400 mil millones de pesos.

El impuesto está perdiendo fuerza para los consumidores finales, pues la gasolina en lo que va de 2022 es casi 80 por ciento más alta que la inflación, y además de renunciar a su cuota, el Estado está absorbiendo casi un tercio el costo real de los combustibles y subsidiando todos los costos intermedios que tiene una gasolina, como el traslado, importación y comercialización. (https://www.jornada.com.mx/notas/2022/06/30/economia/alzas-de-gasolinas-cambian-los-habitos-de-conductores/).

El Informe de Finanzas Públicas detalla que además de los impuestos sobre automóviles nuevos y otros de exportación, el IEPS a gasolinas es prácticamente el único concepto tributario que ha caído respecto a enero a mayo del año pasado. En suma la recaudación aumentó 3.3 por ciento, pero el conjunto de los ingresos de gobierno no petroleros lo hizo 0.1 por ciento, dado un baja de 34 por ciento en los no tributarios.

Mientras los ingresos petroleros mantienen el incremento, son 26.9 por ciento más altos que el año pasado, impulsados en su mayoría por las entradas a Petróleos Mexicanos (Pemex), que además de sus ingresos propios por ventas internas y externas, contabiliza servicios y aportaciones patrimoniales por parte de la hacienda pública.

Eso en el acumulado desde el inicio del año, pero al observar las cifras sólo para mayo, los ingresos públicos cayeron 4.1 por ciento, debido a un desplome en los ingresos petroleros del gobierno federal, que se redujeron 70.8 por ciento, contrario al avance 24.5 por ciento en Pemex; así como al ya referido IEPS.

Entre otros de los principales rubros de impuestos tributarios, Hacienda detalló que en mayo el ISR aumentó 5.1 por ciento; el IVA despuntó 17.5 por ciento y el IEPS general, sumado el de gasolinas y el que se cobra a otros productos como el tabaco y la comida con altas calorías, se desplomó 91.4 por ciento.

En el acumulado de enero a mayo, el ISR reporta un incremento de 15.5 por ciento —luego de las reformas a la subcontratación y las declaraciones anuales—; el IVA no registró variación y el IEPS se redujo 54.4 por ciento.