Madrid. La economista jefe del Banco Mundial (BM), Carmen Reinhart, se mostró escéptica sobre la posibilidad de que la economía estadunidense y la mundial puedan evitar una recesión, ante el aumento de la inflación, las fuertes subidas de las tasas de interés y la ralentización del crecimiento en China.
Al ser cuestionada por Reuters sobre si se podría evitar una recesión en Estados Unidos o en el mundo, Reinhart dijo: “Soy bastante escéptica. A mediados de la década de 1990, con el presidente de la Reserva Federal (Fed) (Alan) Greenspan, tuvimos un aterrizaje suave, pero la preocupación por la inflación en ese momento era de 3 por ciento, no de 8.5 por ciento. No es que se puedan mencionar muchos episodios de endurecimiento significativo de la Fed que no hayan pasado factura a la economía”.
Reinhart, que se reincorpora a la Universidad de Harvard el 1 de julio tras su paso por el servicio público, explicó que históricamente era una tarea difícil reducir la inflación y diseñar un aterrizaje suave al mismo tiempo, y que los riesgos de recesión son claramente un “tema candente” en este momento.
“Lo que preocupa a todo el mundo es que todos los riesgos se acumulan a la baja”, dijo Reinhart, citando una serie de golpes adversos y movimientos de la Fed para subir las tasas de interés tras una década y media de tipos ultrabajos y negativos.
La crisis financiera mundial de 2008-2009 afectó sobre todo a una docena de economías avanzadas y China era entonces un gran motor de crecimiento, pero esta crisis es mucho más amplia y el crecimiento de China ya no es de dos dígitos, comentó.
Error al medir el alcance de la inflación
Además Reinhart dijo que el gobierno de Joe Biden no fue el único que juzgó mal el alcance del riesgo de inflación, señalando que la Fed, el Fondo Monetario Internacional y otros habían compartido esa opinión, aunque el BM lo calificó tempranamente como un “riesgo real”.
“La Fed debería haber actuado -y lo vengo diciendo desde hace tiempo- más pronto que tarde y de forma más agresiva”, dijo. “Cuanto más se espera, más draconianas son las medidas que hay que tomar”, agregó.
El organismo recortó este mes su previsión de crecimiento mundial en casi un tercio, a 2.9 por ciento, para 2022, al advertir que la guerra de Rusia en Ucrania se había sumado a los daños de la pandemia del COVID-19, y que muchos países se enfrentaban ahora a la recesión.
Reinhart señaló que el crecimiento mundial podría caer a 2.1 por ciento en 2022 y a 1.5 por ciento en 2023, llevando el crecimiento per cápita a un nivel cercano a cero, si los riesgos a la baja se materializaban.