Madrid. Madrid se convirtió en el epicentro de la protesta política en España; por un lado, miles de personas simpatizantes de la izquierda y el antimilitarismo se manifestaron en el centro de capital contra la celebración de la Cumbre de la Alianza Atlántica (OTAN), que se celebrará los próximos 29 y 30 de junio. Exigieron poner fin a las incursiones militares, a la retirada de las bases y buscar una salida dialogada a los conflictos. Un par de horas después, y sólo a unas calles de distancia, decenas de miles de personas marcharon con motivaciones muy distintas: apoyar la resolución del Tribunal Supremo de Estados Unidos contra el aborto y exigir la derogación de la actual legislación que regula la interrupción voluntaria del embarazo. Esta protesta fue apoyada por la formación de extrema derecha Vox, aliado del Partido Acción Nacional (PAN).
El gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, lleva varias semanas difundiendo el carácter “histórico” de la Cumbre de la OTAN en Madrid, a la que asistirán delegaciones de 50 países, los principales líderes de las potencias militares de la organización, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y en la que se abordará, sobre todo, el asunto de trae de cabeza al mundo: la guerra en Ucrania y sus efectos devastadores en la región y en la economía del planeta.
En España existe todavía un sector de la población que está en contra de su pertenencia a la OTAN y de que EU tengo dos de sus bases estratégicas en Europa en el sur de España, en Rota y Cádiz. Y recuperando carteles de “OTAN no, bases fuera” o “Paz”, unas dos mil personas se manifestaron por el centro de Madrid, según los datos de la Delegación del gobierno en Madrid. Entre las organizaciones convocantes se encontraban sobre todo formaciones, asociaciones y sindicatos de izquierda, la mayoría vinculadas al movimiento republicano y al Partido Comunista de España (PCE). Pero también respaldaron la protesta uno de los partidos políticos que integran la coalición del actual gobierno español, Unidas Podemos (UP), si bien ninguno de sus dirigentes ni los cuatro ministros que hay en el gabinete acudieron a la marcha. El líder de más alto rango que sí acudió a la protesta fue el actual secretario de Estado del ministerio de Asuntos Sociales, Enrique de Santiago, quien también es el presidente del PCE, además de numerosos europarlamentarios y diputado de la formación morada.
Entre los carteles que más abundaban eran los que reclamaban la resolución urgente del conflicto en Ucrania, la disolución de la OTAN, al entender que es más una fuerza de desestabilización que de paz, y la expulsión de los puertos europeos de los barcos militares vinculados a la OTAN.
Desde que estalló la guerra en Ucrania, el gobierno español autorizó el incremento del presupuesto militar, el envío de armamento ofensivo y defensivo para la resistencia ucraniana y la ampliación de la OTAN a otros países, en concreto a Finlandia y Suecia, además de respaldar el ingreso lo antes posible de Ucrania a la Unión Europea (UE). Estas medidas, aprobadas de forma colegiada en el Consejo de Ministros, han sido rechazadas de puertas para afuera por parte de la dirección de UP. A la marcha también se sumaron simpatizantes y militantes del movimiento antimilitarista de Alemania, Francia y Bélgica.
20 mil voces contra el aborto
Una hora después de concluida la marcha anti-OTAN y a sólo unas calles de distancia, alrededor de 20 mil personas, según la Delegación del gobierno en Madrid, se manifestaron para “celebrar” la última decisión del Tribunal Supremo de EU y reclamar la derogación en España de la actual legislación del aborto. Las organizaciones convocantes eran sobre todo de los grupos ultrareligiosos y de extrema derecha, de Pro-Vida, que acusaron a la “civilización Occidental” de querer “imponer la cultura de la muerte”.
A la protesta acudieron ex dirigentes del Partido Popular (PP), como el ex ministro de Interior Jaime Mayor Oreja, y la cúpula directiva de la formación de extrema derecha Vox, que aboga por la derogación de la ley del aborto, la aniquilación de cualquier política que defienda la igualdad de género y el cierre de las fronteras para los migrantes de origen musulmán.