Madrid. Astrónomos descubrieron el cuerpo de un cohete que se dirigía hacia una colisión lunar a fines del año pasado. El impacto ocurrió el 4 de marzo, y la NASA ha detectado el cráter resultante.
Según las observaciones del LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter), sorprendentemente, el cráter es en realidad dos cráteres, un cráter oriental (de 18 metros de diámetro) superpuesto a un cráter occidental (de 16 metros de diámetro).
El doble cráter fue inesperado y puede indicar que el cuerpo del cohete tenía grandes masas en cada extremo, según explica la NASA en un comunicado.
Por lo general, un cohete gastado tiene una masa concentrada en el extremo del motor; el resto de la etapa del cohete consiste principalmente en un tanque de combustible vacío. Dado que el origen del cuerpo del cohete sigue siendo incierto, la doble naturaleza del cráter puede indicar su identidad.
Ningún otro impacto de cuerpo de cohete en la Luna creó cráteres dobles. Los cuatro cráteres del Apolo SIV-B tenían un contorno algo irregular (Apolos 13, 14, 15, 17) y eran sustancialmente más grandes (más de 35 metros) que cada uno de los cráteres dobles. El ancho máximo (29 metros, unas 31,7 yardas) del cráter doble del misterioso cuerpo del cohete estaba cerca del de los S-IVB.
Cuando se descubrió el objeto, se especuló con que se tratase de la segunda etapa de un Falcon 9 de Space X lanzado en 2015, y también que fuera la etapa de refuerzo de un cohete chino experimental lanzado en 2014, extremo negado por el gobierno chino.