Madrid. Se cumplieron los pronósticos. El derechista Partido Popular (PP) logró mayoría absoluta en Andalucía, al sumar 58 diputados –dos más de los necesarios–, con lo que podrá formar gobierno en solitario.

La extrema derecha de Vox, que sumó dos escaños más y alcanzó 14 curules, no será decisiva en la región.

Los grandes derrotados fueron los partidos de izquierda, desde el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que obtuvo el peor resultado de su historia, mientras la coalición de formaciones de izquierda, entre ellas Unidas Podemos (UP), que se presentaron en dos marcas electorales, sumaron en conjunto sólo siete diputados, con lo que perdieron 10 de los obtenidos hace cuatro años.

El quinto partido, Ciudadanos (C’s), desapareció de la región, al pasar de 21 diputados a cero.

Con una participación electoral que rozó 60 por ciento, dos puntos menos que la registrada en 2018, se confirmó el auge electoral del PP y la caída en picada que están experimentando desde hace un par de años los dos partidos que gobiernan en España, PSOE y UP, que en las últimas tres elecciones autonómicas han cosechado severos fracasos en favor del PP y de Vox.

Desplome del PSOE

En Andalucía el reparto de los 109 escaños que integran el Parlamento regional augura un gobierno en solitario del PP, con 58 diputados; el PSOE, 30; Vox, 14; Por Andalucía, cinco, y Adelante Andalucía, dos.

El líder del PP en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, logró su primera relección como presidente andaluz, si bien en esta ocasión lo hará en solitario, al desaparecer del mapa electoral su anterior socio, C’s, que está al borde de la desa-parición en todo el país. Su líder en Andalucía, Juan Marín, quien era vicepresidente andaluz, presentó su dimisión de todos los cargos en el partido.

En el PSOE, cuyo líder Juan Espadas fue una apuesta personal del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se vivió una noche electoral de caras largas, al no llegar siquiera al millón de votantes y perder tres diputados respecto de los comicios de hace cuatro años. Un fracaso sin paliativos, si además se toma en cuenta que el propio gobernante español y varios de sus ministros se involucraron personalmente en la campaña electoral.

En cuanto a las plataformas de la izquierda, que se dividió en dos, también obtuvieron un mal resultado. En cuanto a bloques, la derecha logró 71 diputados entre el PP y Vox, mientras la izquierda en su conjunto sólo sumó 38.