La situación de los equipos pobres de la Liga Mx Femenil se vuelve dramática conforme avanzan los torneos. Lejos de emerger y mostrar progreso, se hunden más, de tal forma que la brecha con los poderosos –Tigres, Monterrey, América, Pachuca, Chivas– se torna abismal. Los federativos, con Mariana Gutiérrez a la cabeza del sector, han armado todo un circo para decir que trabajan en el semillero; no obstante, la mitad de los clubes sólo aspiran a cumplir la exigencia de participar, y en su dejadez arrastran las ilusiones de decenas de jugadoras.
Tras cinco años de la implementación del circuito femenil, difícilmente se puede catalogar a todos los equipos como profesionales, salvo los seis que siempre están peleando la cima y otros tres la parte media alta, el resto cumple mal. Basta ver que hacia el torneo Apertura 2022 Puebla dio de baja a 16 elementos y Mazatlán a 11. Más de 105 futbolistas quedaron a la deriva, varias de ellas eran consideradas un baluarte en sus plantillas, como es el caso de María José Majo López, capitana de La Franja hasta hace unas semanas.
Rodrigo Dey, titular de la amateur Liga Mayor Femenil, considera que se trata de un reciclaje
, donde los equipos con mayor poder económico contratan a algunas de las que liberan los siempre limitados peces chicos, esta modalidad se está volviendo un vicio, porque tampoco está entrando nuevo talento a la liga; los clubes, con tal de no trabajar (en fuerzas básicas), agarran a esas jugadoras recicladas, son comodinos, saben que físicamente están bien y, desde luego, elijen a las de mayor nivel competitivo
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¿Y cómo tapan el boquete? Clubes como el Puebla, dirigido por Pablo Luna, quien se quedó trabajando con apenas una docena de chicas porque le redujeron drásticamente el presupuesto, no tendrá mayor alternativa que echar mano de las jugadoras de la recién nacida categoría Sub-17, tan sólo para continuar sobreviviendo, sin más aspiración que la de cubrir el requisito que la Federación Mexicana de Futbol puso a los 18 equipos del máximo circuito, obedeciendo a su vez a la FIFA.
La FMF constituye un círculo cerrado que se reserva el derecho de admisión sin considerar el beneficio que daría la apertura, en primer lugar mayor competitividad. Lo innegable es que apenas surgió, en 2017, de inmediato aprovechó la labor de décadas de las ligas amateurs; la evidencia de que no ha trabajado a conciencia es que todavía tiene como principales talentos a Stepanhy Mayor, Charlyn Corral, Liliana Mercado, Mónica Vergara, Ana Laura Galindo y otras que se forjaron en la Liga Mayor.
Los peces gordos siguen engullendo. Tigres busca retornar a su cosecha de cetros, ahora de la mano de la estratega canadiense Camelina Moscato, y no ha parado de anunciar refuerzos en su plantilla. América no quiere quedarse a la zaga de los regios y contrató al timonel español Ángel Villacampa; Eva Espejo se mantiene con las Rayadas y en total hay seis estrategas féminas. Es de celebrar la continuidad que han tenido entrenadoras como Carla Rossi (Querétaro), Karina Báez (Pumas) y Fabiola Vargas (Atlas).
La brecha salarial entre varones y mujeres es enorme, ellas ganan en promedio 8 mil pesos al mes, mientras la Federación española acaba de homologar a la selección femenil con la varonil emulando a Estados Unidos... Leonardo Cuéllar dijo alguna vez que México tenía un atraso de 20 años, Dey apunta: “¡estamos a años luz! La única forma de emparejar sería bajando los sueldos de los hombres… y eso nunca va a suceder”. Pero los federativos ya tienen la fórmula: el futbol femenil pasará a ser plato exclusivo de quienes decidan contratar Vix (Televisa) y Fox Premium.
